Vivencia cronológica

Por Javier Henao Hidrón

1895

Fernando González Ochoa nace el 24 de abril en Envigado, departamento de Antioquia, República de Colombia. Hijo de Daniel, maestro de escuela —además negociante— y de Pastora, ama de casa, fue el segundo de siete hermanos.

El país soporta una nueva Guerra Civil: será la penúltima de la serie de nueve insurrecciones armadas que marcaron con honda huella la vida colombiana durante el desorbitado siglo XIX. Los liberales son vencidos por fuerzas del gobierno presidido por Miguel Antonio Caro, sucesor del fallecido presidente Rafael Núñez.

1900

Muere el filósofo alemán Federico Nietzsche, cuyo pensamiento influirá notoriamente en la obra de juventud de Fernando. «Es para mí el hombre que a mayor altura elevó su alma», confesará en su primer libro. Y le admiró por sus cualidades refinadas de analista, en medio de una vida trágica como pocas, mas no por ese sueño del Superhombre, que un espíritu como el suyo, percibió engañoso y fantasmagórico.

El 31 de julio, en el fragor de una nueva guerra civil —la que por su duración sería llamada de los «Mil días»— un golpe de Estado dirime las candentes controversias en el seno del partido gobernante: el conservador. El sector histórico derroca al nacionalista, a cuya cabeza se encontraba Manuel Antonio Sanclemente. Por esta vía tortuosa asume el mando el vicepresidente Marroquín.

1902

Termina la Guerra de los Mil Días.

1903

Colombia pierde el estratégico territorio de Panamá. Es 3 de noviembre, «el día más doloroso de la patria», según Luis López de Mesa.

1904

Es elegido presidente de la República el general Rafael Reyes.

1909

Presionado por la opinión pública y los partidos políticos, el presidente Reyes, quien desde el año siguiente al de su posesión venía gobernando al margen del ordenamiento constitucional, abandona el poder y se exilia en España.

1910

Previa consulta a las municipalidades, el gobierno interino convoca una Asamblea Nacional encargada de reformar la Constitución de 1886. En la misma obtiene la mayoría una nueva coalición bipartidista, la Unión Republicana. La Asamblea elige Presidente de la República para el cuatrienio 1910-1914 al abogado y hombre cívico antioqueño Carlos E. Restrepo, futuro suegro de nuestro biografiado.

1911

Estudiante de quinto año de bachillerato en el Colegio San Ignacio, de Medellín, Fernando es expulsado por los jesuitas a causa de sus lecturas literarias y filosóficas que lo habían conducido al escepticismo religioso.

El país es gobernado desde el 7 de agosto del año inmediatamente anterior por Carlos E. Restrepo, político republicano y jurista antioqueño. Carlosé, como se le llamaba familiarmente, habría de ser años más tarde el suegro del ahora estudiante rebelde.

1914

Primera guerra civil europea.

Apertura del Canal de Panamá.

Al cumplir su período presidencial, Carlos E. Restrepo, en el homenaje que se le ofrece, dice que se retira con «las manos limpias y la cabeza blanca».

Es asesinado en Bogotá, en el costado oriental del Capitolio Nacional, el general Rafael Uribe Uribe, Senador de la República y uno de los pocos políticos colombianos que merecieron la admiración de Fernando González.

1915

Ingresa al grupo Los Panidas, cenáculo de «locos y artistas» organizado en Medellín el año inmediatamente anterior por León de Greiff, Ricardo Rendón, Félix Mejía Arango, Libardo Parra Toro, Eduardo Vasco Gutiérrez, Rafael Jaramillo Arango, Teodomiro Isaza, Bernardo Martínez Toro, Jorge Villa Carrasquilla y Jesús Restrepo Olarte. En aquel año se vincularon, además de González, José Gaviria Toro y José Manuel Mora Vásquez, para completar el número de 13.

1916

Fernando González publica su primer libro: Pensamientos de un viejo, con prólogo del insigne periodista don Fidel Cano. Parábolas, monólogos, aforismos y ocasionales diálogos llenan esta obra premonitoria del filósofo de la personalidad de la década de los años treinta y del viajero del espíritu de la edad senil.

Es el pensador en embrión, que escribe para aquellos que no leen sino en silencio, pero todavía con muchos «decires» y «quereres». Más poeta que filósofo, como corresponde a un joven de veintiún años, prematuramente envejecido y para quien «el movimiento del espíritu sirve de medida al tiempo…».

En abril de este mismo año comienza a escribir El payaso interior, serie de aforismos orientados a reflexionar sobre sí mismo y sus visiones espirituales. Manuscrito en libreta personal, permaneció inédito hasta el 2005, cuando los herederos del maestro resolvieron hacer la publicación por intermedio de la Universidad EAFIT, de Medellín, en pulcra edición de bolsillo.

1917

Revolución de Octubre en Rusia. Lenin, a nombre de los bolcheviques, asume el poder.

1919

Se gradúa de abogado en la Universidad de Antioquia con un estudio de sociología política: El derecho a no obedecer. El título no gustó a las autoridades universitarias, que consideraron el ensayo como subversivo y además impropio de un trabajo de grado. Presionado por las circunstancias, decide introducirle algunas modificaciones y llamarlo, escuetamente, Una tesis.

Los dramáticos acontecimientos ocurridos durante la Primera Guerra Mundial y el auge del socialismo de Estado, encuentran en la tesis de grado de Fernando González una respuesta razonada, firme y erguida.

En Barranquilla se funda la SCADTA (Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos), primera compañía comercial de aviación de América Latina.

1921

Es nombrado magistrado del Tribunal Superior de Manizales, ciudad en donde estaba domiciliado su hermano mayor, Alfonso.

1922

Contrae matrimonio en Medellín con la señorita Margarita Restrepo Gaviria, hija del expresidente de la República, doctor Carlos E. Restrepo.

Instalación en La Haya (Holanda) de la Corte Internacional de Justicia.

Benito Mussolini: Marcha sobre Roma…

1928

Juez Segundo Civil del Circuito de Medellín. En su secretario, don Benjamín Correa, exseminarista y aficionado a la filosofía, encontrará a un admirable amigo.

1929

Tras realizar un recorrido «con morrales y bordones» por pueblos de Antioquia, Caldas y Valle en compañía de don Benjamín Correa, escribe Viaje a pie, libro en el cual pretende acabar con la literatura de palabras. Según Gabriel Miró, «es una obra extraordinaria y única que revela a los españoles de la península de cuánto es capaz el genio sicológico de un criollo de Sudamérica».

Monseñor Manuel José Caycedo, Arzobispo de Medellín, por decreto del 30 de diciembre prohíbe bajo pecado mortal la lectura de Viaje a pie. «Eran tiempos muy inocentes», anotaría años después el maestro.

1930

Con motivo del primer centenario de la muerte del Libertador, publica Mi Simón Bolívar, bello y polémico libro inspirado, según él, por su alter ego Lucas Ochoa. Emplea el método emocional, que le servirá para escribir nuevas obras de contenido histórico. «Pensamiento original y sólido, y una prosa de alta calidad», según Valéry Larbaud.

1931

Haciendo de buhonero del espíritu, en el mes de julio dicta originales conferencias en Bogotá y Manizales sobre Bolívar, Santander, el vicio solitario —origen de todos los males de Sudamérica—, la grandeza humana, etc. Uno de los oyentes en aquella última ciudad, el cuentista y novelista Adel López Gómez, destaca un «cinismo jovial» en el cual se mueven sus desplantes y su bondad. González insiste en que le gusta leer el original, o sea la vida, pues los libros son malas copias, y que adquirir la perfecta inocencia es el fin de la escuela cínica a que pertenece.

El 20 de agosto, mediante decreto expedido por el presidente Enrique Olaya Herrera, es nombrado Cónsul General de Colombia en Génova (Italia).

El 1.º de septiembre emprende viaje a Venezuela con el propósito de conocer al general Juan Vicente Gómez, a quien llama el «gran sombrerón», retoño del Libertador. Adicionalmente, desea documentarse sobre la realidad social y desarrollo histórico de aquel país, en donde vislumbraba el surgimiento de un hombre nuevo, producto de la mezcla de razas, al que llamaría El Gran Mulato. «Este camino es mío, opuesto al de todos los americanos…».

El 24 de octubre nace en Medellín el quinto y último de sus hijos, Simón. Sirvieron como padrinos de bautismo Juan Vicente Gómez y su esposa, quienes para ese efecto enviaron el correspondiente poder al párroco de la iglesia del barrio Boston, donde se cumplió la ceremonia. (Posteriormente, Fernando González titularía su biografía sobre Gómez: Mi Compadre).

El 28 de octubre en Bogotá se suicida su compañero panida, Ricardo Rendón, a la edad de 37 años. Caricaturista genial, Fernando lo consideraba «el más grande de los de Colombia en todos los tiempos».

1932

En el mes de febrero, luego de su regreso de Venezuela, desde Medellín emprende viaje a Italia con el fin de asumir el cargo de cónsul de Colombia en Génova. Como buen «envigadeño descalzo», lo acompañan su esposa y sus cinco hijos.

Vargas Vila, ese otro gran rebelde de la literatura colombiana, desde Barcelona le escribe a su nueva sede con fecha 6 de junio y le dice: «Tiene usted el vicio de pensar, y la virtud de decir bellamente lo que piensa; un Pensador-Artista es un producto muy raro en nuestras latitudes; usted llena en plenitud ese modelo; no he de ocultarle que lo que amo más en sus libros es el aire de polémica que se respira en ellos; ese hálito de combate es vivificante y tonificador; vivir es combatir».

La editorial Le Livre Libre, de París, publica Don Mirócletes. Manuel Ugarte, entonces residente en Niza, de su puño y letra le escribe: «Cuando llegó su libro estaba en casa, de visita, Gabriela Mistral y leímos con deleite algunos capítulos. ¡Hay tanta fuerza de evocación, tanta ironía profunda en el comentario irreverente, tanta gracia elegante en el estilo!». Y José Vasconcelos desde España le manifiesta: «Se ha soltado Ud. a pensar en libre y eso hace falta en América, donde siempre se piensa atendiendo a una actitud. […] Las conferencias son una delicia, una delicia amarga, con profundidad. […] Su página sobre la estampa de Ponce de León me parece magnífica, me ha emocionado, casi me ha hecho llorar». (Cartas del 14 y 30 de diciembre de 1932).

1933

Es cónsul de Colombia en Marsella (Francia), a donde ha sido trasladado por el gobierno nacional, previa petición del gobierno fascista. La causa: las críticas a Mussolini y su régimen, encontradas por la policía italiana en las libretas de apuntes que dieron origen a El hermafrodita dormido.

Con gran acogida del público lector, en noviembre es puesto a la venta El Hermafrodita dormido, impreso en España por la Editorial Juventud. En este libro, además y fundamentalmente, refleja sus vivencias en los museos de Roma y Florencia sobre arte griego y romano.

Asciende al poder, en Alemania, Adolfo Hitler.

1934

La Editorial Juventud, de Barcelona, publica su biografía sobre Juan Vicente Gómez, titulada Mi Compadre.

En junio regresa a Colombia. Vive en Envigado en casa campestre a la que denomina Villa Bucarest.

1935

De la Editorial Arturo Zapata, de Manizales, son dos nuevos libros de Fernando: El remordimiento, un ensayo de teología moral concebido en Marsella, y Cartas a Estanislao, serie de epístolas, la mayoría de las cuales están dirigidas a su amigo Estanislao Zuleta Ferrer.

En Venezuela fallece, el 17 de diciembre, Juan Vicente Gómez, el personaje central de Mi Compadre y uno de los tres grandes de la historia política de ese país, junto a Páez y Guzmán Blanco. El vicepresidente Gómez se trepa al poder a finales de 1908 —luego de preparar minuciosamente el viaje de Cipriano Castro a Europa, en busca de salud— e instaura un gobierno en el cual Fernando González creyó ver «el primer ensayo de autoexpresión de la raza suramericana». Esta excepcional circunstancia lo indujo a viajar a Venezuela, a conocer al brujo de los Andes y analizar su periplo vital, haciendo su mensura y retratos conforme al método emocional o emotivo que había empezado a utilizar en 1930.

1936

En Villa Bucarest recibe la visita del expresidente ecuatoriano, exiliado en Colombia, José María Velasco Ibarra. Surge una cálida amistad. Admiración recíproca. Fernando dedicará unos capítulos de Los negroides a quien llega a considerar sin ambages «el primer político-pensador americano». Y Velasco Ibarra, en el libro Conciencia o barbarie, al ser publicado por la Editorial Atlántida, en Medellín, llama a Fernando González «el más original y penetrante de los sociólogos suramericanos».

En abril muere en Madrid, a la edad de 45 años, la novelista venezolana Teresa de la Parra, con quien Fernando González conservaba una noble amistad, iniciada cuando visitó Medellín en 1930. (Llamaba «mi ahijado» al cuarto de los hijos de éste, Fernandito, nacido cuando ella asistía a un almuerzo en casa de la familia Restrepo, por invitación de los suegros de su colega y amigo). «Poseía el don de enamorar, de hacer que los hombres se sintieran ligeros, capaces, ganosos, eufóricos», escribe.

En mayo circula su libro Los negroides, que es un novedoso ensayo sobre la Grancolombia (Nueva Granada, Venezuela y Ecuador). La critica por ser prototipo de vanidad, pero resalta que es la única región latinoamericana que dispone de los elementos para crear una cultura original y, mediante la fusión de razas, ser la cuna del hombre unificado. Proclama el principio según el cual todo híbrido es promesa y pésima realidad.

En dicho mes aparece el primer número de su revista Antioquia. Dice que no estará al servicio de nadie sino de algunos sentimientos delicados, tales como el amor a lo original, a la desfachatez, a la patria y al arte. Sometida a muchas vicisitudes y, por ende, publicada con intermitencia, de la misma alcanzaron a editarse 17 números, el último en 1945.

Describe la época en que vive del siguiente modo: «Desprestigio de la noción de libertad; muerte de tal sentimiento en los hombres; prestigio creciente de las dictaduras; desprestigio del individualismo y auge de la acción rebañega; está desprestigiada la soledad y grandes obras se ejecutan por el rebaño». Se lamenta de que el hombre se ha hecho gregario y crea becerros para adorar (Hitler, Mussolini, etc.). Añora al hombre griego y egipcio, al hombre del Renacimiento, ese no tener más patria que los cielos, y concluye: «Definitivamente, los celícolas somos inactuales».

1937

Fallecen los expresidentes Enrique Olaya Herrera y Carlos E. Restrepo. El primero en Roma, el 18 de febrero, a la edad de cincuenta y siete años, y el segundo en Medellín, el 6 de julio, a la edad de setenta años.

En la revista Antioquia, F. G. escribe sobre ambos. «Olaya era un lindero de mi personalidad. Me hace falta y anoche estuve triste. En el fondo, lo que hay es que me gustó que hubiera muerto, pero también me entristecí. Era astuto, inteligente y amaba las formas. Tenía magnetismo femenino y muy bella la voz. Era una persona, y aquí hay muy pocas». De su suegro dice: «Carlosé fue centro en el hogar, en las reuniones, en la patria, en su casa, en casa, en su alma y en mi alma. […] Murió bellísimamente, tal como vivió. […] Él era mi bordón. […] Espíritu nobilísimo, envíame de eso que tenías; envíame ritmo».

1940

El instinto de «tener finca raíz» se convierte en realidad. Con su familia se traslada a vivir a La Huerta del Alemán, hermosa casa campestre que, situada cerca de Villa Bucarest, ha construido en Envigado con el respaldo de sus ahorros y la colaboración de tres amigos: el arquitecto Carlos Obregón, el ingeniero Félix Mejía Arango y el pintor Pedro Nel Gómez.

Con motivo del primer centenario de la muerte del general Francisco de Paula Santander, publica Santander, despiadado análisis histórico y psicológico del Hombre de las Leyes, en donde analiza también el fenómeno de los héroes nacionales.

El 19 de diciembre fallece en Medellín su amigo Tomás Carrasquilla, el escritor y novelista colombiano a quien más admiraba.

1941

En El maestro de escuela analiza los fenómenos de objetivación de la culpa y de «grande hombre incomprendido», para terminar declarando la muerte del maestro de escuela envigadeño Manjarrés. Es su libro más desgarrador, en el cual vive su propia agonía y entierro.

Para el fecundo escritor, la consecuencia es un largo período de silencio literario y filosófico, interrumpido apenas ocasionalmente por colaboraciones periodísticas y que se prolongará por espacio de dieciocho años.

El citado libro está dedicado a su amigo, el novelista y dramaturgo norteamericano Thornton Wilder. Embajador cultural de su país en viaje por Sudamérica, Wilder había visitado a fines del mes de marzo a Fernando González en La Huerta del Alemán, su nueva casa de la que dice el ilustre huésped que «encierra más gusto que todo Chapinero».

La muerte literaria de Manjarrés coincide con la muerte real de Virginia Wolf y con la publicación en Colombia de La vida maravillosa de los libros, de Jorge Zalamea, y en el Perú, El mundo es ancho y ajeno, de Ciro Alegría.

El 7 de diciembre el Japón ataca la flota norteamericana en Pearl Harbor. Este acto de agresión determinará la participación de los Estados Unidos en la guerra europea, dos años después de que ésta empezara a extender su manto de muerte.

1945

En el periódico El Correo, de Medellín, escribe «Arengas políticas», una serie de dieciocho ensayos dirigidos a la juventud colombiana. Pero lástima: Colombia, esta esmeralda del mundo, está ocupada por una juventud llorona y por otra juventud contratista. Por eso quiere una escuelita… amorosa, fría, metódica y astuta, en donde se pagará por aprender. Ella es necesaria, para que la juventud no se vaya a morir… virgen de realidad. No habrá doctores, sino médicos, ingenieros, consejeros legales, etc. «En la de medicina, se estudiarán, experimentarán y matarán las lombrices, tricocéfalos y otros animalitos que padecen los gobernantes y a los doctorcitos los mandaremos por todo el país, a servir, porque el que sabe es un servidor, y ya no pondrán botica para vender píldoras de almidón…».

(Es que sin juventud la cosa está fregada, más que fregada, viejo Bodegón, como dijera el inimitable «Tuerto» López).

¿Y el libro? «Es santo, cuando es para consultar nuestras dudas, las que nacen de la acción. Pero aquí, el libro es para adornarse».

Quiere, además, que en la escuelita se cumpla el apotegma de su maestro Spinoza: «No llorar, ni reír, sino entender».

Cuando la escuelita sea una realidad —concluye— el país estará curado de doctores, tricocéfalos y estadistas.

Este es su grito desesperado: «Una escuelita. ¡No me dejen morir sin ver una escuelita!».

1947

El 28 de enero, a la edad de 22 años y cuando estaba próximo a obtener el título de médico, muere de leucemia su hijo Ramiro. Profundo dolor. «Era más para mí que yo…».

1948

El 9 de abril es asesinado en Bogotá Jorge Eliécer Gaitán, jefe del partido liberal y caudillo del pueblo. Una ola de violencia política se desata en el país.

En su ensayo Los negroides,Fernando González escribió en 1936: «Hoy encontré a Jorge Eliécer Gaitán. Es un mesticito vivaracho, lector. Habla y se escucha. ¿Cómo podría ser hombre de acción? He conocido durante mi vida a tres donjuanes: no hablaban nunca de amor. He conocido dos activos: eran silenciosos».

Y agregaba: «¿Cómo se le ocurrió formar partido político? Para que lo escucharan. Es la gana de hablar hecha hombre; el instinto de hablar le formó la cara y el cuerpo todo. Es cuerpo de quien habla».

En el mes de junio de aquel año en la revista Antioquia, González esbozaba la siguiente tesis: «El pueblo colombiano está por encima de su clase directora; ésta no existe, sino que es aborto bizco de lo que llaman aquí universidad». En otra ocasión afirmaba que Colombia tiene pueblo y no clase directiva, explicando: «Es inteligente nuestro pueblo; está por encima de su clase ilustrada. No lee, porque no tiene a quién. Ahí está listo para que lo pinten, pero carece de pintores; ahí está listo para que lo conduzcan, pero carece de políticos». ¿Se inspiraría Gaitán en ese pensamiento para elaborar aquella frase con la que deleitaba a las masas: «El pueblo es superior a sus dirigentes?».

Años después, en carta del 7 de mayo de 1941, respuesta al telegrama de pésame que había recibido con motivo de la muerte de su hermana Sofía, tras darle los agradecimientos al «muy querido amigo y señor», le dice que «siempre han sido y serán míos sus triunfos y dolores», agregando este deseo: «… los dioses permitan que Ud. llegue a tener la jurisdicción de esta pobre Colombia en donde todos morimos jóvenes y tristes».

1949

Su hermano mayor, Alfonso, fallece en Bogotá el 22 de enero, a la edad de 57 años. Hombre culto y de espíritu aventurero, dejó escrito en cinco tomos que se conservan inéditos, su «Diario», el mismo que sirvió de inspiración a Para antes del olvido, obra con la que Tomás González, su sobrino, ganó el Premio Nacional de Novela en 1987. Alfonso fue, además, consejero y mecenas de Fernando.

1953

Es nombrado cónsul de Colombia en Europa, cargo que ejercerá durante cuatro años, primero y por pocos meses en Róterdam y luego en Bilbao. Situado en el principal centro de influencia del País Vasco, halla ocasión para conocer esa singular cultura y reencontrarse con dos de los personajes de su predilección: San Ignacio de Loyola y Simón Bolívar.

1954

A propuesta de Sartre y Wilder, figura en una lista de selectos candidatos al Premio Nobel de Literatura.

1957

El presidente de Colombia, teniente general Gustavo Rojas Pinilla, el 10 de mayo renuncia y se exilia en España. Había accedido al cargo por golpe de Estado, el 13 de junio de 1953. Es reemplazado por una junta militar de cinco miembros que habrá de desempeñar la jefatura del Gobierno hasta el 7 de agosto de 1958, fecha en que se posesiona Alberto Lleras Camargo, elegido por voto popular como consecuencia de un acuerdo bipartidista que origina el sistema de gobierno conocido con el nombre de Frente Nacional.

En septiembre, Fernando González regresa a Colombia. De nuevo en Envigado, se instala en su casa campestre La Huerta del Alemán, a la que pronto llamará Otraparte. Dedícase a escribir su obra definitiva, de contenido esencialmente metafísico: es una filosofía-sabiduría o curso de la vida interior, expuesta en forma dialéctica y dramática, en la cual distingue tres estadios a los que da los nombres de mundo pasional, mundo mental y mundo espiritual.

Fallece Gabriel Mistral, la poetisa chilena con quien sostuvo una cálida correspondencia epistolar.

1959

Libro de los viajes o de las presencias. En las libretas regaladas por Lucas de Ochoa al pu-bli-cis-ta González, se enseña a viajar por maravillosos mundos interiores. Emplea un lenguaje nuevo de conocimiento vivo en el que sobresale el uso del gerundio, que «ya es de por sí expresión de amago de vuelo fuera de lo conceptual imaginativo…». (Con esta obra, diferente a todas la anteriores, surge el gimnosofista o filósofo desnudo, versión andina de aquellos filósofos budistas y brahmanes que deambularon por Occidente, al parecer hasta el siglo I de la era cristiana).

1962

La tragicomedia del padre Elías y Martina la velera. Escrita en dos tomos, el primero acabose de imprimir el 30 de enero y el segundo el 28 de marzo; aquél dedicado a Fernando de Rojas de Montalbán y a Juan Pablo Sartre, y éste a Martín Heidegger. Son apenas un mil ejemplares, publicados por Ediciones «OTRAPARTE».

Fallecen los novelistas Hermann Hesse y William Faulkner, ganadores ambos del Premio Nobel de Literatura, en 1946 y 1949, respectivamente.

1963

Fernando González y el sacerdote español Andrés Ripol, unidos espiritual e intelectualmente por amistad entrañable, escriben para una radiodifusora de Medellín una novena de Navidad, exaltación de los valores cristianos en el año de realización del Concilio Vaticano II. (Su texto completo será publicado, justamente treinta años después, con el título El Pesebre).

1964

En su casa Otraparte, en el Envigado que siempre amó y a consecuencia de un infarto cardíaco, fallece el domingo 16 de febrero, cuando estaba próximo a cumplir 69 años de edad.

Jean Paul Sartre rehúsa el Premio Nobel de Literatura.

1975

Thornton Wilder, el novelista y dramaturgo estadounidense que fuera excelente amigo de Fernando González, muere a mediados de diciembre, víctima también de un ataque cardíaco, en New Haven (Connecticut). Nacido en Wisconsin en 1897, perteneció a la famosa generación de los «Twenties» de la que formaron parte Ernest Hemingway y Francis S. Fitzgerald.

Simón González Restrepo, hijo menor del maestro, organiza y preside el Congreso Mundial de Brujería, que se realiza en Bogotá con el objetivo de «abrir el corazón y la mente al fenómeno de lo desconocido». A partir de entonces empezará a ser llamado «el brujo» Simón. Entre los asistentes estuvo el famoso mago David Copperfield.

1976

El pensador existencialista alemán, Martín Heidegger, a quien Fernando González dedicara el segundo tomo de La tragicomedia, fallece en su casa de la Selva Negra. Estaba próximo a cumplir 87 años de edad.

«¡La señora muerte que se va llevando todo lo bueno que en nosotros topa!»: León de Greiff, el gran poeta colombiano, se encuentra con ella en Bogotá, el 11 de julio. Empleó los pseudónimos de Leo Legris, Borgislao von Greiff, Beremundo El Lelo, Gaspar de la Noche, Sergio Stepansky, Matías Aldecoa, Ramón Antigua y Diego de Estúñiga, entre otros. «Lontano, absconto, sibilino…, gota abisal de música secreta», como él mismo quiso definirse. Amigo de juventud de Fernando González, compartieron las inolvidables tertulias del grupo Los Panidas en el Medellín de mediados de la segunda década del siglo XX. Ambos, Fernando y León, habían nacido en 1895. F. G. lo llamaba León de Bolombolo y lo consideraba «el gran músico de los vocablos».

El 25 de septiembre, en accidente de tránsito ocurrido en jurisdicción de Tocancipá (Cundinamarca), termina la agitada vida de Gonzalo Arango, poeta escritor y dramaturgo, fundador del movimiento nadaísta. Utilizó un lenguaje original y sarcástico, al estilo de Fernando González, de quien fuera su amigo y ferviente admirador. Nacido en 1931 en Andes (Antioquia), estaba próximo a realizar su más reciente sueño: irse a vivir a Europa (a Londres, en compañía de Angelita, su novia inglesa), tras haber abandonado «ese ilusionismo suicida» de sus años de juventud, de que él mismo hablara. A la tierra natal volverían sus cenizas en 1993, llevadas por sus más cercanos compañeros del nadaísmo.

1979

Doña Margarita Restrepo de González, viuda de Fernando González Ochoa, muere en Otraparte el 7 de junio, a la edad de ochenta y dos años. Sencilla y suave, de hermosa sonrisa interior, la Berenguela de sus libros era su más íntima presencia terrenal, en quien encontró comprensión a un efervescente trabajo intelectual.

La madre Teresa de Calcuta, fundadora en 1950 de la orden de las Hermanas de la Caridad y quien trabaja en la India por «los más pobres de los pobres», gana el Premio Nobel de la Paz.

En el mes de noviembre la Asamblea de Antioquia, mediante la Ordenanza número 76, declara a Otraparte monumento departamental.

1980

En París, a la edad de 75 años, fallece el escritor y filósofo Jean Paul Sartre, a quien Fernando González había dedicado el primer tomo de su Tragicomedia. Representante eximio de la tendencia existencialista de la posguerra, consideraba que el hombre se define por su libertad, por una libertad absoluta que es principio y fundamento de sí misma.

1982

Gabriel García Márquez gana, por primera vez para Colombia, un Premio Nobel: el de Literatura. El primer colombiano candidatizado al preciado galardón había sido, en 1955, Fernando González.

1983

Publicación de Mis Cartas de Fernando González, dirigidas al sacerdote Antonio Restrepo S. J. entre 1944 y 1963.

1984

Publicación de Salomé (Medellín, Ediciones Autores Antioqueños, Vol. 3.) y de Don Benjamín, jesuita predicador (Bogotá, Colcultura / Universidad de Antioquia), novelas publicadas inicialmente por entregas en la revista Antioquia.

1987

Otraparte es convertida en Casa Museo por el municipio de Envigado, merced a la colaboración de los hijos del maestro.

1989

La Nueva historia de Colombia se refiere a la «fascinante figura literaria» de Fernando González, y considera como caso bien excepcional en las letras colombianas su «personalidad filosófica, fuerte y liberada de prejuicios». (En «Literatura y pensamiento», Andrés Holguín, t. VI, p. 24).

Joe Broderick edita Las cartas de Ripol, dirigidas al sacerdote Andrés Ripol entre agosto de 1963 y febrero de 1964. (Bogotá, Ediciones El Labrador, prólogo de Alberto Aguirre).

1993

La Universidad Pontificia Bolivariana y la Universidad de Antioquia reeditan entre 1993 y 1996 la obra de Fernando González. Se publica además El Pesebre (Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina, Colcultura y Orden de los Padres Carmelitas Descalzos), novena del Niño Dios escrita al alimón con el padre Andrés Ripol en diciembre de 1963.

1995

Se conmemora el centenario natalicio de Fernando González y el Municipio de Medellín realiza el concurso de ensayo «Gran Mulato Americano». El primer premio lo obtuvo la obra Fernando González y nosotros de Germán Pinto Saavedra.

Publicación de Correspondencia (Editorial Universidad de Antioquia), intercambio de cartas entre Fernando González y el presidente Carlos E. Restrepo, su suegro, entre 1922 y 1934, y de Fernando González visto por sí mismo (Universidad Pontificia Bolivariana), carta escrita al sacerdote Jaime Vélez Correa S. J. en 1960, como homenaje de estas universidades en el centenario de su nacimiento.

Hacia finales de esta década se cierra la Casa Museo Otraparte.

1997

Primera edición en libro de la revista Antioquia (Editorial Universidad de Antioquia). Introducción por Alberto Aguirre.

Aparecen, así mismo, Arengas políticas (Universidad Pontificia Bolivariana), 18 artículos publicados originalmente en el periódico El Correo de Medellín durante febrero y marzo de 1945, y Cartas a Simón (Universidad Pontificia Bolivariana), dirigidas a su hijo Simón González Restrepo entre 1950 y 1959.

Desde su Monasterio de Luna Verde, en la isla de Providencia, Simón González Restrepo edita su único libro: Sin amor todos somos asesinos…, serie de oraciones y orgasmos (la orgasmomagia es hacerle el amor a la vida a cada instante). Los temas versan sobre el Hermano Tigre, el Toro Cariñoso, el Canario Simón, el Amor de los Colibríes, el Secreto de Aprendiz de Brujo, la Juventud, La Doctoritis, Consejos para Gobernar, el Hermano Silencio, la Barracuda de los Ojos Verdes y Lágrimas Azules, la Mujer Colombiana, los Pingo-Fríos, el Arte de Soñar Despierto, etcétera.

1999

El antropólogo Gustavo Restrepo Villa crea la página web Otraparte.org con el fin de difundir la vida y obra de Fernando González. Muere Álvaro González Restrepo, el mayor de los hijos del maestro.

2000

La Universidad de Antioquia publica Nociones de izquierdismo, 22 artículos publicados en El Diario Nacional de Bogotá entre abril y junio de 1937.

2001

El 10 de abril, martes santo, fallece Fernando González Restrepo. Pocos meses antes había sido publicado su ensayo filosófico El Instante Vital y en el mes de junio siguiente, con la colaboración de amigos del grupo La Tertulia, aparecerá El Puesto, terminado de escribir en 1964; es novela pletórica de ironía que dedica al «gran pintor de la vida», Guy de Maupassant.

2002

Justamente al cumplirse un año del fallecimiento de Fernando González Restrepo, su hermano Simón, en compañía de amigos y admiradores de su padre, suscriben en Envigado el acta de constitución de la Corporación Fernando González – Otraparte, inicialmente integrada por 58 miembros. Es institución cultural sin ánimo de lucro cuya misión consistirá en preservar y divulgar el legado «espiritual y filosófico» del maestro, administrar la Casa Museo Otraparte —el 3 de septiembre siguiente la recibió con tal fin en calidad de comodato— y, para beneficio de la comunidad y protección del ambiente, convertir los terrenos aledaños en parque cultural y jardín.

2003

Viaja a la eternidad desde Medellín el 22 de septiembre, Simón González Restrepo, a la edad de 72 años; al despedirse de sus familiares y amigos, mediante aviso de prensa les dice: «Desde la Luna Verde y junto a mi barracuda de ojos verdes y lágrimas azules, los estaré acompañando para siempre». En su testamento dispone todo lo necesario para su fiesta de despedida en Old Providence, la isla caribeña donde pasara los mejores años de su vida, dedicado a graduarse de «doctor en silencios»; en cajita de madera con la imagen de su barracuda del alma y cubierta por su sombrero de algodón crema, sus cenizas son entregadas a la mar cerca de Cayo Cangrejo, el 10 de octubre, con asistencia de su ejecutor testamentario, amigos y numeroso público.

2005

Se publica El payaso interior de Fernando González, obra de juventud que permaneció inédita durante 89 años, editada como primer título de la colección «Rescates» del Fondo Editorial Universidad Eafit.

2006

La Ley 1068, expedida por el Congreso de la República, exalta la memoria de Fernando González Ochoa como «uno de los más importantes pensadores colombianos de todos los tiempos» y declara su Casa Museo Otraparte, en Envigado, bien cultural de interés público de la Nación.

El 12 de diciembre abre sus puertas al público, en terreno aledaño a la Casa Museo en donde estuvo su «casita-biblioteca», El Café de Otraparte, iniciativa de la Corporación Otraparte y que contó con la colaboración del Municipio de Envigado y empresas privadas. Su objetivo es generar recursos para financiar las actividades culturales de la corporación. Dispone de una artística carta de servicios, en la cual los nombres de los productos corresponden a personajes sacados de la obra literaria y filosófica de Fernando González. Así, hay cafés calientes «Manjarrés», «Manuelito Fernández» o «Señorita Taylor»; cafés fríos «Doña Berenguela», «Padre Elías» o «Simón González»; helados «Lucas de Ochoa», «Padre Quirós» o «La grácil Julia»; bebidas «El Inefable», «Negroide» o «Fabricio Sacristán» y cocteles «Salomé», «Remordimiento» o «Los calzoncitos de Tony».

2007

El municipio de Envigado adquiere un lote de 3.000 m2 que perteneciera al maestro González y ahora a firma constructora, contiguo a la Casa Museo, con el propósito de convertirlo, una vez se obtenga la financiación requerida, en Parque Cultural.

El Colectivo Teatral Matacandelas estrena la obra «Fernando González – Velada Metafísica», primero en Medellín y después en Bogotá.

En el aniversario 112 del nacimiento de Fernando González Ochoa (abril 24 de 1895) la Corporación Otraparte presentó una nueva edición del libro Pensamientos de un viejo, publicado como primer título de la colección «Biblioteca Fernando González» del Fondo Editorial Universidad Eafit.

El Metro de Medellín bautiza uno de sus trenes con el nombre de Tren de la Cultura «Fernando González».

2008

Daniel Restrepo González, con motivo de sus bodas de oro sacerdotales, publica San Fernando González, doctor de la Iglesia. En la solapa de portada advierte que este libro lo escribe «para reivindicar la imagen de Fernando González, vilipendiada injustamente por los clérici»; y más adelante: «Fue un místico Fernando. Para saberlo, basta leer sus libros. Pero hay que saber leer. Mucha gente que lee, no sabe leer».

En agosto se publican nuevas ediciones de Salomé y El remordimiento por el Fondo Editorial Universidad Eafit, como parte de la colección «Biblioteca Fernando González», ideada por su rector, el «fernandólogo» Juan Luis Mejía Arango.

2010

En enero aparece otro libro de Daniel Restrepo González: Mensajes de Fernando González a los jóvenes de América. El 16 de febrero, cuadragésimo sexto aniversario de la muerte del maestro, es inaugurada La Librería de Otraparte, contigua al Café del mismo nombre.

El Metro de Medellín, como uno de los actos conmemorativos del bicentenario de la Independencia de Colombia, bautiza uno de sus trenes con el nombre de Tren de la Cultura «Fernando González».

En diciembre el Fondo Editorial Eafit publica una nueva edición de Viaje a pie.

2014

En el mes de febrero, con actos culturales en Envigado, Medellín y Bogotá se conmemora el cincuentenario del fallecimiento del maestro Fernando González.

2017

La alcaldía de Envigado, en el terreno de 3.000 m2 que adquiriera diez años atrás —entrada por la carrera 43A o Avenida Fernando González— y con ayuda financiera del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y del Departamento de Antioquia, inicia el 28 de agosto la construcción del Parque Cultural Otraparte. Quiere ser evocación del «maestro de escuela», de aquella «escuelita» que soñara Fernando González, destinada a enseñar a cada uno a encontrarse a sí mismo por medio del amor a la vida y la práctica de valores auténticos. O en sus propias palabras: «A mis jóvenes los haré dueños de los métodos, de sí mismos. Sus personalidades serán sus instrumentos. Los honores les vendrán de dentro para afuera…».

Como otrora, con la casa, ahora el diseño es de otro Obregón, Andrés, nieto de Carlos y quien tiene la compañía de Marco Aurelio Montes, pertenecientes ambos al «Estudio con Vista Arquitectónica». Constará de un auditorio multipropósito, biblioteca, salas de exposición, oficinas y jardines, y en unión con la Casa Museo, el Café y la Librería formará un importante complejo sociocultural al servicio principal de Envigado y de los municipios del sur del Valle de Aburrá, pero con proyección nacional e incluso internacional. Será edificio paralelepípedo, o sea «sólido limitado por seis paralelogramos, cuyas caras opuestas son iguales y paralelas»; la inversión aproximada es de 9.000 millones de pesos y su terminación está proyectada para diciembre de 2018.

Dentro de un concepto más amplio, se integrará al llamado «Corredor cultural de Envigado» con la Casa Museo Débora Arango, el Parque Cultural Débora Arango y la Casa de la Cultura.

Fuente:

Henao Hidrón, Javier. «Vivencia cronológica». En: Fernando González, filósofo de la autenticidad, Ediciones Otraparte, séptima edición (ampliada), Envigado, diciembre de 2018, pp. 9 – 26.