Boletín n.º 221
Julio de 2025

Una casa abierta, creativa y con raíces

Pensar una casa implica definir su lugar en el mundo, especialmente en un país como Colombia, que declaró su independencia hace más de dos siglos, pero donde los efectos de la colonización persisten a través de múltiples formas de exclusión, despojo y desigualdad.

La Casa Museo Otraparte se concibe como un cuerpo en diálogo con el suelo, el cielo, el tiempo largo de las raíces y la vibración invisible de las ideas; se organiza en la relación con la materia, el afecto y el pensamiento.

Nuestra perspectiva se nutre de una visión decolonial del territorio; un desplazamiento activo frente a las formas impuestas de mirar, clasificar y vivir. Desde Envigado, Antioquia, Colombia, construimos un lenguaje arraigado en la experiencia local, orientado a visibilizar y fortalecer las prácticas cotidianas, los vínculos comunitarios y los saberes populares que configuran la vida.

Ningún objeto agota su sentido en la relación con los humanos. Una piedra, casa, nube o semilla existen con densidad propia. Esta visión permite reconocer la agencia de lo no humano y repensar la casa como entidad en relación.

Con este lente, el pensamiento se abre a entidades tan vastas en escala temporal y espacial como el cambio climático, la globalización o la historia colonial, que desbordan la percepción. Frente a ellos, emerge la subjetividad modesta, porosa, sensible al entorno. Esta figura permite pensar la casa como lugar de escucha, espacio que se deja atravesar por procesos más amplios que su arquitectura. Este proceso de expansión se impulsa con el legado de Fernando González y se expande con las vivencias, o mejor, convivencias que se entrelazan y transforman en esta casa en movimiento, donde la libertad se entiende como una práctica cotidiana de apertura, cuidado y construcción de vínculos, más con lo que (y quienes) ha(n) sido excluido(s) y oprimido(s).

La diversidad en este contexto remite a las vidas compartidas. Comunidades, colectivos, lenguas, prácticas y expresiones encuentran lugar en esta casa. Cada una altera el ambiente, deja señales, produce sentido.

Somos una casa abierta y creativa, pensada para la acción, la conversación y la imaginación. Nuestras raíces son geografía, historia y trabajo, en diálogo con las luchas por el cumplimiento de los derechos en Colombia. Y por esto generamos relaciones nuevas que cuestionan las formas heredadas de dominación.

En el mes de la independencia de Colombia abrimos la invitación a hablar de decolonialismo y coexistencia, y cómo reinventar la libertad a partir de prácticas de cuidado, autonomía territorial y alianzas entre distintos saberes.