Presentación

Desatinos nº 1

Octubre 13 de 2005

Revista de psicoanálisis Desatinos N° 1

Ilustración de carátula basada en la pintura “Perro semihundido”, de Francisco de Goya y Luciente, Museo del Prado, Madrid.

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Desatinos
Número 1, Medellín, 2005
La Tercera

Motivo de cubierta:
Bajo la luna (2004)
(Sobre el perro enterrado en la arena de Goya)
Luis Fernando Peláez, escultor colombiano, docente Universidad Nacional
Lámina de hierro, objetos, resinas. 18 x 50 x 50 cm

Diagramación y diseño: Marcela Mejía E.

Cartel Desatinos: Aliny Medina, Marcela Ramírez, Carlos Duque,
Óscar Darío Ortiz, Esther Fleisacher, Myriam Bernal y Bibiana Mesa

Lectores:
Ginnette Barrantes (San José, Costa Rica)
Leticia Gianolini (Buenos Aires, Argentina)
Diego Cordón (Buenos Aires, Argentina)
Susana Bercovich (México, D.F.)
Benjamín Mayer (México, D.F.)
Esther Fleisacher (Medellín, Colombia)

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Aparición de Desatinos

Un seminario es también una grillera, donde los ruidos, las resonancias, los entretelones, los matices, las entonaciones, las disputas, los parloteos, alcanzan casi su máxima expresión psicoanalítica.

Rafael Pérez (1)

Por Marcela Ramírez

La historia de la aparición de la revista Desatinos es la de su nombre y ocurre en un seminario de psicoanálisis, el de Jean Allouch en Medellín.

Tal vez, como Rafael Pérez sugiere, la mejor trascripción de un seminario pueda ser “[…] al modo de un guión de teatro”. Tal vez… Pero para contar esta historia puede ayudar la manera como Gabriel García Márquez (2) cuenta su experiencia en los talleres de guión para el cine:

Alguna vez creí —mejor dicho tuve la ilusión de creer— que iba a descubrir de pronto el misterio de la creación, el momento preciso en que surge una idea. Pero cada vez me parece más difícil que ocurra eso. Desde que comencé a impartir estos talleres he oído innumerables grabaciones, he leído innumerables conclusiones tratando de ver si descubro el momento exacto en el que surge la idea. Nada. No logro saber cuándo es.

Esta presentación es un intento aunque, advertido por García Márquez, igual de incierto, de contar el momento en el cual aparece por primera vez Desatinos.

En plena construcción, por Allouch, del “amor perro”, retorna una lectura del bachillerato: El Coloquio de los Perros, de Miguel de Cervantes, y su lugar en la correspondencia de Freud con Eduard Silberstein (1871 – 1881). Al día siguiente, camino al lugar del seminario, Allouch comenta que ha leído la novela de Cervantes, y que “Ahí está todo el Psicoanálisis”.

En sus Novelas Ejemplares Cervantes despliega su talante creador, por primera vez un autor de novelas ejemplares le da a su lector la oportunidad de leerlas según su gusto, tal como se hace hoy en día, y no como una colección regida por una ley o motivo que las ordena.

En el estudio introductorio a Las Novelas Ejemplares, en la edición de la Editorial Espasa (3), aparecen tres versos del poema de Cervantes “El Viaje al Parnaso”, del que Martín de Riquer (4) dice que “[…] es interesante por la información y juicios que nos da sobre escritores de la época, y los datos personales que nos brinda”.

En estos versos la huella de su autor es marca de estilo, como lo son sus personajes universales por su división subjetiva, su cercanía a la locura, y su pertenencia a la tradición de Erasmo.

Los versos son los siguientes:

Yo he abierto en mis novelas un camino
Por do la lengua castellana puede
Mostrar con propiedad un desatino

Desatino, “Locura, error, despropósito”, dice el diccionario de la Real Academia Española (5), y se podría agregar, materia del discurso del psicoanálisis, caracterizado por siempre errar el blanco, por ocuparse de entretejer sueños, locuras, equivocaciones y otras naderías.

El Discurso del psicoanálisis hace la diferencia con el Discurso de la Universidad, cuando, como lo propone Jacques Lacan en su formalización del Cartel, expone a la luz pública no sólo sus resultados, sino también sus crisis de trabajo. De esta manera se hacen públicos los avatares y piruetas de ese personaje cuyo nombre psicoanalítico es Sujeto-supuesto-Saber.

En la historia del psicoanálisis este ejercicio ha contado con diversos soportes, entre los que las revistas, desde Freud hasta hoy, son espacios imprescindibles para extender una experiencia, que si bien escritural, se resiste a ser escrita, transformándonos en testigos, transcriptores infieles que no cesamos de intentar contar, primero acontecimientos que queremos olvidar, y después acontecimientos que queremos que nadie olvide, con palabras del propio discurso, o de otros discursos.

Siguiendo la intuición de “Perturbación en Pernepsi”, en la que Allouch (6) descubre al discurso del psicoanálisis como perteneciente a la tradición erasmiana, esta revista se dispone como espacio para conversar sobre nuestros desatinos, para que tal vez cobren propiedad, trasformándose como los personajes a quienes Cervantes permitió que hablando cambiaran; Cipión y Berganza, Don Quijote y Sancho.

Aquí continúan su andadura una primera colección de desatinos, en la lengua en que Cervantes les abrió un camino, don que viene a sustituir la picaresca como respuesta al malestar en la civilización, y que da la posibilidad, en estos tiempos, de efectuar ese acto de resistencia al orden del discurso, que consiste en hablar sin pensar, para después contar lo que a partir de ahí ocurre.

Notas:

1. Rafael Pérez, “Transcripciones infieles”, en: Revista Página Literal, (2), Costa Rica, 2004.
2. Gabriel García Márquez, Cómo se cuenta un cuento, Voluntad, Bogotá 1995.
3. Miguel de Cervantes, Novelas Ejemplares, Espasa Calpe, Barcelona 2001.
4. Martín de Riquer, Para leer a Cervantes, Acantilado, Barcelona, 2003.
5. Diccionario de la lengua española, 21 ed. Real Academia Española, España, 1992.
6. Jean Allouch, “Perturbación en Pernepsi”, en: Revista Litoral, (15), Córdoba, Argentina, 1993.