Presentación

El libro de los
monumentos

Noviembre 27 de 2014

“El libro de los monumentos” de William Cock y Juan Diego Cock

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Guillermo José Cock Alviar, familiarmente conocido como William Cock Alvear, nació en la ciudad de Medellín el 5 de enero de 1939. Cursó estudios de Humanidades y Filosofía en el Seminario de Misiones Extranjeras de Yarumal, estudios universitarios en la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad Pontificia Bolivariana y en la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional. Es socio fundador de la Sociedad Julio Garavito para el Estudio de la Astronomía. Desempeñó los cargos de Asistente Técnico y Científico en el Planetario Jesús Emilio Ramírez González en sus primeros años de existencia. Desde su empresa Taller Micrón se ha dedicado a la reparación y creación de aparatos ópticos y de precisión. Tiene inventos como el “telescopio no convencional con espejo conformado al vacío”, reseñado en la revista Sky and Telescope (Volumen 57 Nº 5) en 1979, y también diseñó el Reloj de Sol que está en el Parque de los Deseos frente al Planetario Municipal de Medellín. Es el hombre que asombró a Colombia cuando en 1985 partió exactamente por la mitad una manzana en el famoso programa “Siga la pista” de Pacheco. Ha incursionado por su cuenta en el campo de la arqueología.

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Juan Diego Cock Ramírez es ingeniero mecánico de la Universidad EAFIT, especialista en Gerencia de Proyectos de la Universidad Pontificia Bolivariana y un apasionado por la ingeniería y la astronomía. Es amante, en general, de las ciencias y el arte. Entre sus méritos se destaca su participación en el certamen “Otto de Greiff” junto a otros de los mejores trabajos de grado universitarios de Colombia en la categoría de “Tecnologías Aplicadas” por el desarrollo de un Escáner 3D con láser, usando el método de la triangulación. Al igual que su padre, le apasiona la arqueología.

Presentación de los autores
por su editor Carlos Gaviria

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Pulso & Letra Editores

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El libro de los monumentos es un libro de investigación, astronomía y arqueología, de interés general. Con él nace un abanico de posibilidades para reestudiar la teoría de la evolución, el origen del sistema solar, la historia de los egipcios y de las culturas prehispánicas en América, entre otros temas. Los grandes monumentos megalíticos construidos en la antigüedad en formaciones geométricas exactas han cautivado la atención de la humanidad. En esta primera parte de la obra, en la cual William Cock ha venido trabajando desde hace 40 años, los últimos 17 en conjunto con su hijo Juan Diego, se demuestra por medio de matemáticas sencillas las múltiples relaciones y conexiones existentes entre los conjuntos piramidales de Gizeh en Egipto y de Teotihuacan en México con nuestro sistema planetario.

Los Editores

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Juan Diego Cock Ramírez y William Cock Alvear

Juan Diego Cock Ramírez
y William Cock Alvear

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El libro de los
monumentos

Fragmento

Las pirámides de Gizeh

Desde temprana edad (seis años), sentí un vivo interés por la cultura del antiguo Egipto, cuando vi en un texto de lectura de mis hermanos, un grabado, que representaba a La Esfinge de Gizeh (o Giza), emergiendo de las arenas del desierto, cuando se efectuaban las excavaciones de principios del siglo XX.

Sin embargo, jamás me imaginé, en aquel entonces, que con el correr de los años llegaría a dedicarle muchísimas horas de mi vida al estudio de ella, y de las pirámides vecinas y que estos estudios, en combinación con mi afición por la astronomía descriptiva, me llevarían a las impresionantes conclusiones a las que he llegado, y las cuales han constituido un tema obligado para muchísimas conferencias ante maravillosos públicos.

Motivado por las insalvables lagunas de las cuales adolece la historia, respecto al advenimiento de culturas tan colosales como la egipcia, a partir de grupos “aborígenes”, como se nos enseñó siempre, me di a la tarea de estudiar la geometría de las pirámides y la posible relación matemática entre ellas y el sistema solar, para que fuera la lógica de las matemáticas la que nos develara la historia del pasado remoto de la humanidad.

Se sabe que las llamadas “razones” o “proporciones” en las matemáticas, son verdaderos silogismos, irrebatibles, en donde los extremos y los medios constituyen la premisa, la aserción mayor y menor y la conclusión. Por ejemplo, cuando digo, 100 es a 50 como 2 es a 1, tengo una aseveración irrefutable en términos matemáticos. Este tipo de argumentos, será el pilar, la base inamovible sobre la cual se apoyarán las deducciones. Se tomarán medidas directamente sobre las construcciones de Gizeh, en planos muy exactos; también se aprovecharán las medidas que consignan en sus textos destacados egiptólogos como André Pochan; se compararán dichas medidas con distancias, diámetros y volúmenes en nuestro Sistema Planetario y si la relación matemática entre unas y otras es precisa, entonces, sacaremos nuestras conclusiones. El libro de los monumentos.

Por múltiples razones, desconfío de casi todo lo que nos narra la historia sobre las antiguas culturas y, principalmente, de lo que nos narra sobre el “Antiguo Egipto”. En el aparte siguiente, se verá un ejemplo patente de inexactitud histórica, que deja muy maltrecha la credibilidad que a ella le quisiéramos otorgar. Posteriormente, se dará lugar a nuestros estudios matemáticos y geométricos, para que sea la lógica de sus argumentos, la que nos hable del significado concreto del conjunto piramidal de Gizeh.

En esta introducción quiero expresar, con toda claridad, que siento un profundo respeto por la labor que con denuedo han realizado los historiadores, para esclarecernos los hechos del pasado. No obstante, estoy convencido que todo cuanto se ha dicho sobre el remoto pasado de la humanidad, debe de ser revisado y mirado desde otra perspectiva, en la cual se tengan en cuenta no solamente los acontecimientos catastróficos que han ocurrido en los últimos millones de años sobre la superficie del planeta, sino también los posibles hechos que la astronomía moderna nos enseña, pueden tener lugar en el entorno del espacio que rodea a cada una de las estrellas (los soles) y en el interior mismo de esas estrellas, sucesos que cada día se van comprendiendo mejor, que no son tan esporádicos y que necesariamente afectan a los planetas que orbitan alrededor de dichas estrellas.

Fuente:

Cock Alvear, William; Cock Ramírez, Juan Diego. El libro de los monumentos. Pulso y Letra Editores, Medellín, 2014.