Cine-Foro en Otraparte

Los viridianos

La descomposición
familiar del siglo XXI

Conversación en torno al
ciclo de cine Postales familiares
Febrero 22 de 2014

Viridiana de Luis Buñuel

Viridiana de Luis Buñuel

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Coordina:
Manel Dalmau

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En una ciudad donde la vida y la innovación van de la mano nace este grupo de opinión abierto a todo el mundo. Con más de 60 cineclubes en centros culturales, corporaciones y universidades, entregados todos a fomentar el rito de ver una película en comunidad, “Los viridianos” llega con el espíritu añejo de las tertulias cinéfilas de café y cigarrillo, de licor y monólogos, de intercambios de opiniones y un buen rato de cháchara.

En realidad no quedan tertuliaderos en los cafés, en las tabernas, en los pozos de frases contagiosas. En lugar de honrar aquellos ya lejanos encuentros en los cafés de París para conversar sobre los hermanos Lumière, o sobre el existencialismo en el cine, o esas tascas madrileñas donde se compartían verbos para decorar la generación del 27 adaptada a la pantalla, hoy alumbran en exceso muchos espacios académicos de aspecto frío, quirúrgico, distante, que se realizan en lugares adecuados para ello, pero muy lejanos al origen verdadero de las tertulias.

“Los viridianos” somos todos y también nadie. Mutantes porque no hay líder, no hay licenciados ni tampoco esas criaturas mal llamadas “conferencistas”: un viridiano es un ser que abre su opinión a los que quieren escuchar y, a su vez, escuchar al resto. Son itinerantes porque un viridiano no sabe quedarse quieto cuando surgen todos los temas sobre la mesa para conversar.

“Los viridianos” ocupan una mesa en cualquier lugar, invitan a conversar y a escuchar, y el intercambio de opinión es general.

En esta ciudad hace falta escuchar, ocupar espacios donde tal vez se dejó de hablar hace mucho tiempo. En esta ciudad se le da la voz a todo el mundo porque la sensibilidad, el humanismo, la solidaridad y la inquietud de aprender son derechos de todos.