Descubriendo
Nunca Jamás
Dirigida por Marc Forster
EE. UU. / U. K., 2004 – 106 minutos
El famoso dramaturgo escocés James Mathew Barrie observa cómo su última obra cautiva y sorprende a la refinada sociedad eduardiana de la Inglaterra del siglo xix. Barrie es un genio de la literatura, pero está aburrido de abordar siempre los mismos temas en sus novelas, así que necesita encontrar urgentemente una nueva fuente de inspiración. Un día, mientras pasea tranquilamente por los jardines londinenses de Kensington con Porthos, su perro San Bernardo, Barrie tropieza con la familia Llewelyn Davies: cuatro niños y su bellísima madre, quien acaba de enviudar. A pesar de que la severa abuela, Emma du Maurier, no lo aprueba, y del resentimiento de su propia esposa, Barrie se hace amigo de la familia y entretiene a los chicos con trucos mágicos, disfraces y travesuras. Crea para ellos mundos imaginarios de castillos y reyes, indios y vaqueros, piratas y náufragos. Transforma las colinas en galeones, los palos en poderosas espadas, las cometas en hadas madrinas y a los chicos de la familia Llewelyn Davies en «los niños perdidos del país de Nunca Jamás».
De allí surgirá la obra maestra más atrevida y famosa de Barrie: Peter Pan. Su compañía de teatro se muestra reticente, y su leal productor Charles Frohman teme que Barrie se arruine con esa fantasía infantil, pero el autor da inicio a los ensayos y deja a los actores perplejos con sus extrañas exigencias: volar por el escenario, hablar con hadas luminosas y vestir trajes de perro o de cocodrilo. Cuando Barrie está a punto de presentar el mundo de Peter Pan, el escritor y sus seres queridos se verán obligados a enfrentar un trágico revés.
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