Ciclo de Conferencias

El mapa de los
objetos perdidos

Entre oleadas de palabras

A-mar las profundidades

—26 de octubre de 2020—

«La gran ola de Kanagawa» por Katsushika Hokusai (1830)

«La gran ola de Kanagawa»
Katsushika Hokusai (1830)

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Ver grabación del evento:

YouTube.com/CasaMuseoOtraparte

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Andar, navegar y soñar requiere de marineros aventureros, de barcos cargados de amaneceres y de redes que hilen los arcoíris. Aun, teniendo lo anterior, es necesario un algo más, un océano de complicaciones, una oleada de determinación. El mar, en todo su esplendor, ha sido la inspiración de poetas malheridos, de corazones atribulados, de escritores navegantes. Nos embarcamos en los libros en oleadas de palabras, en viajes por las aventuras de la desesperanza, vamos como marineros avezados a cazar nuestras ballenas blancas, desesperados como el capitán Ahab pedimos piedad a las profundidades que nos engullen en nuestros propios miedos, caemos por la borda de nuestra mismidad y resurgimos del fondo con coronas de estrellas marinas. Es el mar, entonces, nuestro objeto perdido. Nos embarcamos como exploradores de las oleadas de la literatura, siendo, en la palabra, navegantes de las profundidades de la sensibilidad, corredores de atardeceres, mundanos cazadores de los crepúsculos. La necedad del viajero será entonces nuestra carta de navegación; la curiosidad infantil, el catalejo y la exploración de las letras, nuestro afortunado mapamundi. En retazos de letras nos embarcamos en los avatares de la imaginación para, como Odiseo, escuchar el canto maligno y majestuoso de las sirenas, atados al mástil de la imaginación con los oídos repletos de las emociones del noctámbulo. De Virginia Woolf la frase: «El mar resonará en mis oídos. Los pétalos blancos se oscurecerán con agua de mar. Flotarán por un momento y luego se hundirán. Llevándome sobre las olas me echaré encima».

El mapa de los objetos perdidos responde a una preocupación por el territorio hispanoamericano y las formas de construcción memorística en torno a elementos concretos de nuestra realidad. Por ejemplo, ¿qué nos contaría una victrola si le diésemos voz? ¿Hablaría bambuco, son cubano o quizá tango? Y ¿acaso estos lenguajes no contienen en sí una gran parte de lo que es Hispanoamérica? Al mirar una construcción cusqueña, cualquier paseante avisado notará que en la piedra comulgan la cultura inca y la española; el pasado y el presente unidos por el mestizaje en forma de muro. ¿Por qué no hablar entonces de las piedras y la historia de un pueblo? ¿Por qué no hablar de los ríos y la guerra, ya en nuestro contexto más cercano? Para establecer dichas relaciones empezaremos por caminar un sendero que nos es familiar y conocido: el de lo literario. El programa de Estudios Literarios debe cruzar a la otra orilla y explorar diferentes instancias con el fin de enriquecer su entramado discursivo y fortalecer la divulgación de los productos académicos, tanto del cuerpo docente como estudiantil.

Expositora:

Alex Nichols Alzate Giraldo (Sonsón, Antioquia) es estudiante del pregrado de Estudios Literarios y la licenciatura en Filosofía y Letras de la Universidad Pontificia Bolivariana. Ha participado en diversos eventos literarios y teatrales en la ciudad de Medellín y el oriente de Antioquia, entre ellos la obra Las arpías de José Manuel Freidel en Sala de Espera Teatro.

Organiza:

Universidad Pontificia Bolivariana

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El mar

~ Jorge Luis Borges ~

Antes que el sueño (o el terror) tejiera
mitologías y cosmogonías,
antes que el tiempo se acuñara en días,
el mar, el siempre mar, ya estaba y era.
¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento
y antiguo ser que roe los pilares
de la tierra y es uno y muchos mares
y abismo y resplandor y azar y viento?
Quien lo mira lo ve por vez primera
siempre. Con el asombro que las cosas
elementales dejan, las hermosas
tardes, la luna, el fuego de una hoguera.
¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día
ulterior que sucede a la agonía.