Ciclo de Conferencias

El mapa de los
objetos perdidos

La maleta

Sobre equipajes
e identidades

—19 de julio de 2021—

Maletas de viaje

* * *

Ver grabación del evento:

YouTube.com/CasaMuseoOtraparte

* * *

Aplastada en el maletero del bus; presa del circuito caprichoso de las cintas de equipaje o esforzándose en desviar nuestras espaldas, la maleta ha sido testigo de las múltiples exploraciones y conquistas de mundos hechas por el hombre. Esa compañera que en nuestra vida cotidiana resulta igual de útil que transitoria, en la literatura ha trascendido de ser mero objeto hasta adquirir diversos simbolismos y connotaciones que refuerzan la construcción de personajes, historias de viaje e inclusive la noción de viaje misma. Desde baúles y valijas hasta bolsas y mochilas. Con rodachines, de cargaderas; ligeras y de concreto, las maletas han sido custodia de tesoros y suvenires, resguardo de memorias y arsenal de intimidades e identidades. Esta nueva sesión de «El mapa de los objetos perdidos» propone un recorrido por las formas e ideas que han encarnado las maletas y demás utensilios de equipaje en diferentes textos literarios.

El mapa de los objetos perdidos responde a una preocupación por el territorio hispanoamericano y las formas de construcción memorística en torno a elementos concretos de nuestra realidad. Por ejemplo, ¿qué nos contaría una victrola si le diésemos voz? ¿Hablaría bambuco, son cubano o quizá tango? Y ¿acaso estos lenguajes no contienen en sí una gran parte de lo que es Hispanoamérica? Al mirar una construcción cusqueña, cualquier paseante avisado notará que en la piedra comulgan la cultura inca y la española; el pasado y el presente unidos por el mestizaje en forma de muro. ¿Por qué no hablar entonces de las piedras y la historia de un pueblo? ¿Por qué no hablar de los ríos y la guerra, ya en nuestro contexto más cercano? Para establecer dichas relaciones empezaremos por caminar un sendero que nos es familiar y conocido: el de lo literario. El programa de Estudios Literarios debe cruzar a la otra orilla y explorar diferentes instancias con el fin de enriquecer su entramado discursivo y fortalecer la divulgación de los productos académicos, tanto del cuerpo docente como estudiantil.

Expositoras:

Daily Mariana Orozco es estudiante de Estudios Literarios en la Universidad Pontificia Bolivariana. En 2018 obtuvo el primer puesto del grado undécimo en el Norma Concurso de Literatura Infantil y Juvenil. Forma parte del equipo de Líderes UPB y es miembro del comité gestor de proyectos de su carrera. Admiradora de nubes, transeúnte nocturna y recolectora de sonrisas. Le teme a la poesía y le apasionan los espacios de ciudad.

Lorena Bedoya Nigrinis es estudiante de Estudios Literarios en la Universidad Pontificia Bolivariana con énfasis en creación, medios y edición. Es miembro del comité gestor de proyectos del pregrado y expositora en el ciclo de conferencias Tertulias Botánicas en alianza con el Jardín Botánico de Medellín. Posee un morral con prendedores, recuerdos de sus viajes por Argentina, Uruguay, Curazao, la costa Caribe colombiana y la isla de San Andrés.

Invita:

Universidad Pontificia Bolivariana

* * *

Dos cajoncitos y un baúl formaron mi equipaje. No volveré a guardar libros sino los esenciales; ideas, sino las esenciales; pasiones, sino las esenciales. La sencilla limpieza en la conducta. Intelectualmente no necesito sino este lápiz y una libreta.

Fernando González

(Salomé, 1934)

* * *

Don Quijote de la Mancha

~ Primera parte ~

Capítulo xxiii

Por Miguel de Cervantes

En esto, alzó los ojos y vio que su amo estaba parado, procurando con la punta del lanzón alzar no sé qué bulto que estaba caído en el suelo, por lo cual se dio priesa a llegar a ayudarle si fuese menester, y cuando llegó fue a tiempo que alzaba con la punta del lanzón un cojín y una maleta asida a él, medio podridos, o podridos del todo, y deshechos; mas pesaba tanto, que fue necesario que Sancho se apease a tomarlos, y mandóle su amo que viese lo que en la maleta venía.

Hízolo con mucha presteza Sancho, y, aunque la maleta venía cerrada con una cadena y su candado, por lo roto y podrido della vio lo que en ella había, que eran cuatro camisas de delgada holanda y otras cosas de lienzo no menos curiosas que limpias, y en un pañizuelo halló un buen montoncillo de escudos de oro; y así como los vio dijo:

—¡Bendito sea todo el cielo, que nos ha deparado una aventura que sea de provecho!

Y, buscando más, halló un librillo de memoria ricamente guarnecido. Este le pidió don Quijote, y mandóle que guardase el dinero y lo tomase para él. Besóle las manos Sancho por la merced y, desvalijando a la valija de su lencería, la puso en el costal de la despensa. Todo lo cual visto por don Quijote, dijo:

—Paréceme, Sancho, y no es posible que sea otra cosa, que algún caminante descaminado debió de pasar por esta sierra, y, salteándole malandrines, le debieron de matar y le trujeron a enterrar en esta tan escondida parte.

—No puede ser eso —respondió Sancho—, porque si fueran ladrones no se dejaran aquí este dinero.

—Verdad dices —dijo don Quijote—, y, así, no adivino ni doy en lo que esto pueda ser; mas espérate, veremos si en este librillo de memoria hay alguna cosa escrita por donde podamos rastrear y venir en conocimiento de lo que deseamos.

Fuente:

Cvc.cervantes.es

* * *

«Don Quijote y Sancho revisan el contenido de la maleta» - Ilustración de Antonio Carnicero (1748-1814) y grabado de José Joaquín Fabregat (1748-?)

«Don Quijote y Sancho revisan el contenido de la maleta». Ilustración de Antonio Carnicero (1748-1814) y grabado de José Joaquín Fabregat (1748-?). Imagen tomada de Cervantesvirtual.com.