Lectura y Conversación

Esteban Moore

—14 de junio de 2022—

Esteban Moore

Esteban Moore
(Argentina)

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Esteban Moore (Buenos Aires, 1952) es poeta, ensayista y traductor, autor de una decena de libros de poesía y varios volúmenes de poesía en traducción del inglés al castellano de distintos autores contemporáneos en lengua inglesa. Ha obtenido becas del Fondo Nacional de las Artes y su obra ha recibido diversas distinciones, entre ellas el Premio Fondo Nacional de las Artes y el Tercer Premio Municipal en la categoría de ensayo. Por sus aportes al género recibió la Orden Alejo Zuloaga, otorgada por la Universidad de Carabobo en Valencia, Venezuela (2012), y en 2020 la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lo declaró Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad. Su obra ha sido incluida en diversas antologías y parcialmente traducida al inglés, italiano, francés, alemán, lituano, portugués y albanés. En poesía ha publicado «La noche en llamas» (1982), «Providencia terrenal» (1983), «Con Bogey en Casablanca» (1987), «Poemas 1982-1987» (1988), «Tiempos que van» (1994), «Instantáneas de fin de siglo» (1999), «Partes Mínimas» (1999), «Partes Mínimas y otros poemas» (2003), «Antología poética» (2004), «Partes Mínimas -uno/dos-» (2006), «El avión negro y otros poemas» (2007), «Veinte años no son nada» (2010), «Pruebas al canto» (2012), «Poemas 1982-2007» (2015), «Las promesas del día y otros poemas» (2019) y «Selección poética» (2019). Como ensayista publicó «Primer Catálogo de Revistas Culturales de la Argentina» (2001) y ha dado a conocer en revistas y diarios nacionales y extranjeros textos sobre la obra de Alberto Girri, H. A. Murena, Horacio Salas, Lawrence Ferlinghetti, Allen Ginsberg y la poesía argentina contemporánea, reunidos en «Versiones y apropiaciones» (2012), «Jorge Luis Borges: el escritor poeta» (2017) y «Reunión de Extraños: Borges, Buenos Aires, El café, Jack Kerouac y otras cuestiones» (2020). Así mismo, en su condición de cronista urbano concibió las obras «Librerías de valor patrimonial de Buenos Aires» (2003) y «Pizzerías de valor patrimonial de Buenos Aires» (2006), ambos volúmenes realizados junto al artista plástico Horacio Spinetto.

Conversan el poeta invitado Esteban Moore y el crítico y periodista cultural argentino Demian Paredes.

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Quien lee Poemas 1982-1987 se queda entonces con la sensación de que algo ha comenzado y es a él, al lector, a quien le toca meditar para cerrar con su propio pensamiento el poema dentro de su conciencia.

Elizabeth Azcona Cranwell

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Esta poesía nace de un compromiso a fondo con la existencia. La realidad y la experiencia personal se han conjugado dialécticamente hasta destilar un universo poético de rasgos propios cuya forma ha evolucionado desde un esquematismo riguroso hasta una densidad en expansión de rica imaginación metafórica. El lenguaje ha mantenido no sólo su identidad de acento sino un digno nivel de precisión.

Joaquín Gianuzzi

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Desde los tempranos años 80, Esteban Moore viene manteniendo una sostenida actividad poética, apuntalada en numerosos libros, traducciones, un blog en el que sube asiduamente diversos materiales y, últimamente, tres novedades: Las promesas del día y otros poemas (Alción), Selección poética (una antología realizada por Jorge Rivelli publicada por La Porteña) y La escritura de la dorada eternidad, traducción (en colaboración con Patricia Ogan Rivadavia) de un poema en prosa de Jack Kerouac. Poeta de la ciudad y las orillas, con un lenguaje tallado con rigor en la poesía argentina presidida por Borges y también en los beatniks, Moore concibe la escritura como relectura y ensayo de un nuevo punto de vista. En esta entrevista repasa una trayectoria de enorme trabajo, siempre atento a todas las generaciones de poetas y a todo aquello concebido en la periferia de los grandes centros de cultura.

Demian Paredes

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En la obra de un poeta es dable observar el germinar de sus núcleos de sentido, generalmente apenas esbozados en sus primeras publicaciones y los tropiezos y aciertos que arrostra al intentar dar cuenta de ellos posteriormente, al tiempo que afianza sus destrezas en el manejo de los recursos lingüísticos que lo llevarán al logro o el fracaso en la complicada tarea de obtener para sí una voz propia, distinguible del conjunto. Una voz que se va a destacar no sólo por la originalidad de esos núcleos de sentido o por la singularidad de su tratamiento, sino también —y no es esto lo menos importante— por su grado de aporte a la tradición poética. […] Examinar, siguiera sucintamente, cómo procede un poeta para concretar este señalado trabajo, es en mi opinión no sólo apasionante, sino además absolutamente necesario. Puntualmente, lo que veremos aquí es cómo arriba a este logro uno de los poetas más originales que han dado las últimas décadas en Argentina, autor del poemario Partes Mínimas 1,2, publicado hace unos pocos meses en este país. Se trata de Esteban Moore, nacido en Lobos, Provincia de Buenos Aires, en 1952.

Luis Benítez

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Portadas de algunos libros de Esteban Moore

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Tres poemas de
Esteban Moore

crónica

en chile sarmiento arde de cuerpo entero
mientras decide las bondades de unos y otros

en santa ana do livramento con su guitarra josé hernández
entretiene en un despacho de bebidas al gauchaje triste
le nacen allí unos versos que no termina de comprender

quiroga bajo el sol de misiones redacta una carta
ruega a martínez estrada lo asista en su soledad

lugones en un recreo del tigre
observando las mansas aguas del delta
decide escribir su último verso

y… en buenos aires borges inaugura su ceguera
recorriendo los devastados anaqueles de una biblioteca pública

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A rumbo abierto

Anduve la tendida llanura de la cuenca del Salado
sus rutas -sus caminos -sus canales hinchados de agua
Dormí bajo estrellas y lunas envueltas en bruma
En el valle del Río Negro me obsequiaron manzanas
                                   /del tamaño de una calabaza
Apagué mi sed en las heladas aguas del Ñiriguau
Todo esto recuerdo hoy aquí a la ribera del Paraná
y también
los gemidos de un moribundo en un hospital de campaña
la furia del viento en los grandes eucaliptos
el brillo ardiente de aquellos ojos claros
Todo esto recuerdo mientras observo los buques
                      /que navegan lentos contra la corriente
y celebro en silencio:
el buen sol -la brisa suave -el vino fresco
                                                       -la palabra mar

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Instantáneas de fin de siglo

«Questi son gli occhi della nostra lingua

Francesco Petrarca

De los ojos -todos- el que perdura
en su brillo de agüitas
percibe de los sonidos el ofrecimiento
esta lengua que nos habla -lo propio
de los contrarios
alzados espectros flameándose en la aridez
del horizonte patagónico
paisajes
elementos en descomposición
excrementos -pedazos-restos-automóviles-
heladeras-
viejas máquinas inútiles
abandonadas en la frontera imprecisa
de las grandes ciudades
monóxidos carbonos-
relaciones de incertidumbre
Umnbestimmheit
fórmulas e.g. (Δ p. Δ q ≥ h /4 π)
(Donde p y q se leerán como ‘momento’ (en
ocasiones velocidad) y posición respectivamente
– o más exactamente, ‘coordenada instantánea del momento’
también ‘coordenada instantánea de la posicióne’.)

en la que los símbolos
auguran visiones /músicas/
suma de cosas en la sombra -nombrándose
del eléctrico rolar de sus partículas
minima naturae -guijarros- corpusculum
corpúscula
la piedra
extendiendo de su golpe
suaves ondas en el agua quieta
círculos crecientes
presagios que vendrán-
el turbio ojo del temor
asomado a la mirada de Dédalo
mientras observamos a Ícaro
desplegarse en alturas-
cacareos
-ojos-
ésta nuestra ciudad
feble
esplendoroso espejismo
flotando el todavía opaco vapor
de las sombras
el gas de su veneno/
círculos violáceos
máculas -brote multiforme
estrellitas rosadas-
sarpullidos de ese otro cuerpo
apropiado en la profundidad de lo dado/
la mirada de vidrios de aquella mujer
blando pezón erguido
contemplando de su cielo la gradación del vacío
-ojos-
boquitas de pintura-
del peróxido el intenso rielo
en la cuidada cabellera de la rubia atlética

que solitaria macera
en el trabajado mármol de sus pechos
la leche agria del consuelo -la obsesión del tamaño
uñitas del esmalte-
-ojos-
las manos -el tacto de tus dedos
la tierna substancia de las esponjas
partes mínimas
sí…
y las palabras nunca y siempre
taladrando los muros del olvido
la voz extraviada de los cuerpos
lamentándose
en la madrugada que orea su escarcha
yuyos secos -ojos- aguas orinadas
las bocas unas con otras
el rumor de su búsqueda
unas a otras
voces que tantean en vano
las medidas de un cuerpo
que les quede
los cuerpos persiguiendo
de su nombre el lejano eco
la simple inscripción
en una lápida inexistente-
el deseo
radiante de él
aguardando a los verdugos
en el cadalso de la historia
bhutas
mutaciones
/la mierda de las palabras
/la máscara de tus labios/
los aromas del fuego
¿ anunciaciones ?
-ojos-
Heisemberg y Popper calzando guantes
en el círculo central
de un cuadrilátero sin demarcar
el grave trino de quién
anuncia a los contendientes:
«los Se…Ores Hissssember y Púper»
Pound, Eliot, ¿Valery? [Multiple choice
your choice based upon facts ????]
quién recuerda las reglas
del Marqués de Queensbury
su fecha de nacimiento
la luminosidad de la energía latente
en los cables que abrazan el foco encendido
quién predice la verificación de hechos
que jamás
serán registrados por la memoria de la especie
y… sí los ojos =siempre=
y de ellos ése que ante el iridiscente claroscuro
de fugaces estallidos
donde fluyen
en su representación tanta y multiplicada
todas las cosas
harto ‘de ver
por un espejo y obscuramente’
es seducido
de aquella abundancia

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Jorge Luis Borges y Esteban Moore (1975)

Jorge Luis Borges y Esteban Moore (1975)
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