Presentación

La búsqueda insaciable

—11 de noviembre de 2020—

Portada del libro «La búsqueda insaciable» de Eduardo Gómez

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Eduardo Gómez (Miraflores, Boyacá, 1932) es abogado, poeta y narrador. Participó como líder estudiantil en el movimiento contra Rojas Pinilla, después de la masacre del 9 de junio de 1954, y es cofundador de la Federación de estudiantes Colombianos (FEC). Se especializó durante seis años en Literatura y Dramaturgia en Alemania, país donde permaneció un año como asistente de dirección en el teatro Berliner Ensemble, fundado por Bertolt Brecht en 1949. Trabajó como colaborador cultural para América Latina en la emisora de la Deutsche Welle en Berlín Occidental, dirigió la sección de publicaciones de Colcultura con Gloria Zea como directora y fue cofundador, junto a Pedro Gómez Valderrama y Arturo Alape, de la Unión Nacional de Escritores (UNEC), de la cual fue vicepresidente. Durante 40 años fue profesor de Literatura Europea en la Universidad de los Andes, donde coordinó la sección de publicaciones y dirigió las revistas «Razón y Fábula» y «Texto y Contexto», y también fue docente en las universidades Javeriana, ENAD, Pedagógica y Nacional. A finales de los años setenta viajó a la ciudad de Nueva York como delegado de Colombia a un Encuentro de Teatro de las Américas y fue crítico de teatro en el periódico El Tiempo. Es autor, entre otras numerosas publicaciones y ensayos, de los libros de poesía «Restauración de la palabra» (1969), «El continente de los muertos» (1975), «Movimientos sinfónicos» (1980), «El viajero innumerable» (1985), «Historia baladesca de un poeta» (1989), «Las claves secretas» (1998), «Faro de luna y sol» (2002) y «La noche casi aurora» (2012).

La Fundación Entrelíneas (Tunja), la Casa de Poesía Silva (Bogotá) y la Corporación Otraparte (Envigado) se unen al Centro de Estudios Estanislao Zuleta – CEEZ (Medellín) en la presentación de «La búsqueda insaciable», novela de Eduardo Gómez publicada en dos tomos bajo el nuevo sello editorial Proyecto Ediciones.

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Logo Centro de Estudios Estanislao Zuleta

Logo Proyecto Ediciones

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Eduardo Gómez es un representante de aquella intelectualidad de nuestro país, surgida en la segunda mitad del siglo xx, que procuró articular el pensamiento con la búsqueda de cambios sociales y políticos radicales a favor de ideales de igualdad, justicia y liberación. Se vinculó desde muy temprano al activismo estudiantil y político, y luego su acción se desplegó en su trabajo como promotor, divulgador y formador cultural en periódicos como El Tiempo y El Espectador o desde instituciones como Colcultura, la Radiodifusora Nacional de Colombia o la Universidad de los Andes; pero es en su obra como poeta, ensayista y novelista donde mejor realiza su aporte al propósito nunca abandonado de enaltecer la existencia para sí y para los otros.

Mediante un lenguaje que integra lírica y reflexión, da forma a una voz contestataria, sensitiva e interrogativa, que, al dirigirse a sondear su propia condición, su contexto y su época, propicia una particular inmersión en el mundo de lo humano con su fecunda complejidad. La búsqueda insaciable testimonia la lucha por no desistir en encontrar el sentido y la autenticidad del devenir personal, pero no es una historia ejemplarizante, su protagonista no es un héroe en el sentido convencional. La fuerza de esta novela radica en la capacidad de estimular el pensamiento mediante las identificaciones y contraidentificaciones que puede producir un personaje que emprende, sin contar con una ruta o puerto de llegada preestablecidos, esa búsqueda difícil, siempre inacabada, que anima toda existencia conscientemente asumida.

Los Editores

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Eduardo Gómez

Eduardo Gómez

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Prólogo

Por Eduardo Gómez

La búsqueda insaciable es mi primera y única novela (pues hasta el momento mis quince libros publicados son de poesía y ensayo) y fue escrita a una edad muy avanzada (entre los setenta y ocho y los ochenta y tres años de edad aproximadamente), es decir, a una edad en que la abrumadora mayoría de los escritores ya se ha retirado o ha muerto. En mi caso esa circunstancia fue muy favorable porque, al continuar con una salud estable y una capacidad intelectual suficiente, esa edad terminal me permitió concebir esta novela con un criterio sereno, depurado de banalidades y de vanidades, debido a la proximidad eventual de la muerte, y como un balance general de mi vida y época, gracias a una visión panorámica, animada por una sinceridad innegable, que ha sido ratificada por los lectores más expertos de la primera edición de la parte inicial de la novela. Concretamente, mi propósito al escribir esta obra ha sido el de proporcionar una visión del medio cultural y político-social en el que se desarrollaron las generaciones de intelectuales y artistas a las que pertenezco, teniendo como contexto una serie de acontecimientos históricos que se vivieron en Colombia y el mundo entre 1930 y 1966, todo esto a través de las vidas de los protagonistas, especialmente de Randolph Heredia y Baldomero Ángel. El argumento de la novela tiene, además, una base autobiográfica y biográfica evidente, especialmente en los dos protagonistas mencionados; el personaje de Baldomero está concebido de acuerdo a rasgos muy característicos de la personalidad de Estanislao Zuleta (ya suficientemente conocido en Colombia como uno de los ensayistas más destacados de Hispanoamérica), y los demás personajes tienen muchas características combinadas de los intelectuales que formaron la tertulia del café La Paz, en los años cincuenta y sesenta, en torno a la estrecha amistad entre Estanislao Zuleta y Eduardo Gómez, y de otros que se movieron en la periferia de ese núcleo o fueron contemporáneos.

Una serie de intertextos conforman la novela, el más importante de los cuales es la «Novela autobiográfica» que escribe el protagonista principal como culminación de un autoanálisis, orientado por Baldomero, y que describe la infancia y adolescencia de Randolph, dándole importancia, ante todo, a los conflictos íntimos. El conflicto sexual de Randolph es vivido como drama secreto y esto incluye un cierto complejo de culpa, inculcado por los poderes del sistema imperante. Ese conflicto tiene particularidades complejas que no bastaría calificar de «homosexuales» (simplificación que omite su complejidad específica ya que está cargada de prejuicios y estereotipos católico-machistas de estirpe hispana) porque en Randolph no hay narcisismo ni tendencias misóginas (lo que Freud denomina «homosexualismo viril» y que está en la tradición clásica griega); al contrario, las mujeres han sido para él decisivas en el surgimiento de su vocación como poeta y escritor. El argumento desarrolla ese aspecto de manera meticulosa para mostrar cómo se genera en él una neurosis que se convierte en el problema central de su vida, y si en su iniciación sexual no pudo acceder a una mujer en un encuentro íntegro y auténtico, sino bajo una forma degradada en una casa de prostitución, ello se debió (a más de la falta de una figura paterna) a la separación de sexos, los prejuicios religiosos respecto a la virginidad y los prejuicios de clase. Todo este proceso de la frustración sexual del niño y del adolescente muestra en esta novela, con singular concreción, cómo va surgiendo la neurosis, lo que desemboca en una doble vida contradictoria, angustiosa, aunque, de manera simultánea, intensamente orgiástica y placentera, pero que impide a Randolph ser un líder estudiantil cabalmente promarxista y eficaz. Es entonces cuando conoce a Baldomero, un joven intelectual experto en la filosofía existencial de Sartre y Heidegger, en el psicoanálisis freudiano y en una serie de grandes autores. Gracias a su influencia y ayuda, Randolph clarifica sus problemas y realiza con Baldo un autoanálisis, de modo que muy pronto se da cuenta de que esa amistad va a ser decisiva en su vida, como en efecto sucederá. Como ya lo dije, en torno a esa amistad se forma una tertulia de alto nivel y los personajes que la integran asumen, mediante frecuentes, extensos y variados diálogos, una serie de cuestiones y problemas de profunda actualidad, en especial los que atañen a las posibilidades de un cambio revolucionario en un sentido marxista, en Colombia y en el mundo. Al mismo tiempo se van describiendo las vivencias e investigaciones dialogadas de una serie de sucesos históricos como las reformas radicales de los gobiernos de López Pumarejo, el asesinato de Gaitán, la violencia y la barbarie de las dictaduras fascistoides de Ospina Pérez y Laureano Gómez, el golpe de Estado de Rojas y la configuración del Frente Nacional (en realidad Frente Oligárquico), así como, ya en la segunda parte, las experiencias de la Guerra Fría y del socialismo en la República Democrática Alemana, donde Randolph estudiará con una beca, durante siete años. Es especialmente a partir de esa tertulia que esta novela configura una descripción de lo que fue la generación de jóvenes intelectuales y dirigentes político-sociales, así como de las condiciones históricas de la época, en las cuales se formó Eduardo Gómez. El desempeño solidario y lúcido de Baldo al ayudar a Randolph en la superación de sus conflictos íntimos y como intelectual llevará al protagonista a conseguir una beca en Alemania socialista. Por todas estas características generales, es legítimo catalogar a La búsqueda insaciable como una novela de formación (Bildungsroman en alemán, y que Bajtín llama también «Erziehungsroman» o novela educativa), una designación que singulariza un tipo de novela europeo (que se afianza a finales del siglo xix y comienzos del xx, aunque sus antecedentes se remontan a la época de Goethe), en la cual los personajes son intelectuales y artistas y configuran un argumento que se centra en un medio cultural de alto nivel. En La búsqueda insaciable esta función esclarecedora se realiza también mediante el personaje narrador, quien es una especie de alter ego del autor y esboza continuamente posibles interpretaciones de la actuación de los personajes, de manera distanciada y a veces irónica. Según los lectores más autorizados de la primera parte publicada hace algunos años, las calidades que singularizan esta obra constituyen un aporte importante a la evolución del género novelístico en América, pues la novela de formación no se ha dado en el continente sino en muy pocos casos y de manera deficiente. Esta afirmación exigiría un ensayo aparte, pero para quienes hemos leído los principales novelistas de Norteamérica y Latinoamérica sería una tarea factible.

En cuanto a la segunda parte de La búsqueda insaciable, su argumento se desarrolla tanto en Alemania socialista como en Colombia, cuando Randolph regresa después de siete años. Randolph ha cambiado, no tanto debido a sus estudios como a sus vivencias con la juventud alemana que está surgiendo en el socialismo. Se ha casado, tuvo una hija y su vida íntima ha evolucionado a una especie de bisexualidad contradictoria, pero en la que priman, humana y psicológicamente, las mujeres alemanas surgidas en el socialismo. Sus experiencias en la República Democrática Alemana han sido vividas con bastante lucidez crítica y autocrítica y el balance es claramente favorable a ese socialismo, que en ese momento contaba solamente con diez años de existencia y en circunstancias muy difíciles de Guerra Fría. La manera de Randolph de asumirse como escritor es también muy diferente y más definida en su compromiso con un cambio histórico hacia el socialismo. Entretanto, el grupo de la tertulia se ha desintegrado en parte, Randolph se inicia como profesor universitario y comienza una relación singular con Susana, una mujer muy libre, de carácter fuerte y notable inteligencia. Al final, surgen algunos temas de carácter ecológico-social que esbozan un futuro de superación para un mundo amenazado por la destrucción de la naturaleza.

Fuente:

Gómez, Eduardo. La búsqueda insaciable I. Proyecto Ediciones, sello editorial del Centro de Estudios Estanislao Zuleta – CEEZ, Medellín, septiembre de 2020, pp: 9-14.

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Afiche de convocatoria para la presentación del libro «La búsqueda insaciable» de Eduardo Gómez