Presentación

Lo que mi voz leía

Cartas

—Noviembre 12 de 2019—

Portada del libro «Lo que mi voz leía - Cartas» - Compiladores Javier Naranjo Moreno y Orlanda Agudelo Mejía

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Javier Naranjo Moreno es docente, gestor cultural y promotor de lectura. Entre sus libros de poesía se encuentran «Orvalho», «Silabario», «Lugar de cuerpo ciego», «A la sombra animal», «De parte del aire», «La distracción», «Afantasmarnos» (a dúo con Orlanda Agudelo) y «Perplejo». Otros proyecto suyos, que recogen creaciones infantiles, son «Casa de las estrellas», «Proyecto Gulliver», «Los niños piensan la paz», «Jugar la vida» y «Tu cuento habla mucho» (Bolivia), estos dos últimos realizados con Orlanda Agudelo. Las cartillas «El Diario de Mammo» y «El Diario de…», escritas para el Museo de Arte Moderno de Medellín, tienen como fin el acercamiento de los niños al arte. «Casa de las estrellas» fue traducido y publicado en Brasil por Foz Editora y por Planeta. Ha sido coordinador de diversos proyectos de lectura y escritura en Colombia y el exterior, así como de algunas versiones de La Escuela de Poesía en el Festival Internacional de Poesía de Medellín. Apoyó la realización de la primera Escuela de Poesía en Buenos Aires, Argentina. Ha participado en eventos, seminarios, ferias del libro y festivales nacionales e internacionales. Sus artículos y poemas han aparecido en diferentes medios electrónicos, revistas, periódicos y antologías.

Orlanda María Agudelo Mejía es antropóloga y promotora de lectura, escritura y gestión bibliotecaria en comunidades urbanas y rurales. Ha sido asesora de proyectos académicos y planes de lectura en Antioquia, mediadora en espacios de formación de organizaciones culturales como Prometeo (Medellín), Vapoesía (Argentina), Abbapalabra (México), PoemaRío (Barranquilla), Simón I. Patiño (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia) y coordinadora de proyectos pedagógicos de formación en lectura y escritura con madres comunitarias del ICBF y docentes asesorados por CERLALC. Ha publicado reseñas de libros infantiles y juveniles en «El Colombianito», revista «Nuevas Hojas de Lectura» y revista «Avances de Comfenalco», así como artículos sobre fomento de la lectura en obras de divulgación de la Alcaldía de Medellín y la Corporación Diáfora y crónicas en el blog Caracolí del Cesar.

Conversación del editor
Felipe Restrepo David
y los compiladores.

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Editorial Eafit

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Lo que mi voz leía es, si se quiere, un libro singular. Noventa y cinco testimonios acerca de cómo comenzó en la infancia la práctica de la lectura. Y quiénes tenían la responsabilidad en ese, casi siempre, tortuoso camino. Cuesta escribir la palabra «tortuoso», cuando debería ser «festivo» la palabra empleada. Pero aquí mandan los recuerdos y ellos, correspondientes a noventa y cinco personas que les cuentan por escrito a Javier Naranjo y a Orlanda Agudelo sus primeras experiencias en dicho aprendizaje, son casi siempre inexorables. Sufrieron el duro carácter de sus profesores y guías, además de las adversas condiciones que en algunos casos tuvieron que padecer quienes querían, por encima de todo, aprender a leer. Y quienes hoy son o se aprestan a ser, en la mayoría de los casos, a su vez, profesores y guías de lectura. Es un bello título el de este libro, que dice a las claras que cada uno de nosotros tiene una voz particular para juntar letras y pronunciar palabras, balbuceantes, que van conformando los pequeños universos que se abren ante nuestros ojos, ya para siempre. Y que, cualquiera sea ese camino, es la voz que conservaremos toda la vida. La voz que, sin duda, nos hace felices. Y trasmisores de felicidad, por lo tanto.

Luis Germán Sierra

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Lo bello de estas cartas, raras y únicas, radica en el hecho, como dice Naranjo, de que fueron escritas por aquellos que no están en nuestro radar de famosos y reconocidos, sino que son, como la mayoría de nosotros, ciudadanos y habitantes de las calles y los caminos; cartas que, a su manera, le pueden pertenecer a cualquiera cuando, a decir verdad, nos expresamos con nuestras palabras más sinceras y propias (las que nacen de nuestros sentimientos), y que no han pasado por ninguna norma ni regla de lenguaje: nuestro decir no-domesticado. Lo bello y conmovedor de estas cartas-textos-escritos es que los talleristas que las incitaron (Javier Naranjo y Orlanda Agudelo) lograron que los participantes (pertenecientes la mayoría al diverso mundo de la palabra, la docencia y la escritura) «sacaran» algo de la poesía personal que los acompaña, que los ha hecho ser lo que son, a su pesar o contento: en esto, Javier y Orlanda hacen magia; hoy en día, en este mundo nuestro, en el que es una necesidad aprender a convivir con la realidad y sus máscaras, mientras logramos conquistar un lugar, es harto difícil llegar a una escritura como esta: tan desnuda de corazón.

Juan Felipe Restrepo David

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Foto de Javier Naranjo y Orlanda Agudelo por Mauricio P. Vertti

Javier Naranjo y Orlanda Agudelo
Foto © Mauricio P. Vertti

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Una carta

Amada Mamá:

De niño recuerdo sobre todo las canciones. Pero no puedo repetirlas ahora, ya que no recuerdo con exactitud las letras y las melodías, es más bien una sensación cantarina, emocionante, feliz. Desde eso sé que la felicidad consiste es muy poco, en lo más cercano. Y cuando recuerdo empiezo a presenciar un desfile de imágenes que configuran un mapa, el mapa que marca la ruta desde mis prime- ros balbuceos hasta mis palabras de hoy. Para mí, como para la primera poesía, al principio fue el canto tuyo de todos los días: cuando hacías el almuerzo para mi papá en la madrugada cantabas, cuando me bañabas cantabas, cuando arreglabas la casa cantabas, cuando íbamos a comprar las cosas en la tienda cantabas, cuando nos acostábamos a hacer la siesta cantabas, al despertar, al comer… Tu canto es para mí mi lengua materna. El español en abstracto sin una madre no puede ser una lengua materna. Por esa razón me fue tan fácil aprender a leer y a escribir. Ya tenía mi lengua. No recuerdo quien me enseñó el abecedario, ni la gramática. Recuerdo quién me enseñó a cantar.

José Ignacio C.
Girardota, noviembre 17 de 2012

Fuente:

Lo que mi voz leía – Cartas. Compiladores y editores literarios: Javier Naranjo Moreno, Orlanda María Agudelo Mejía. Editorial Eafit, colección Letra x Letra, Medellín, 2019, p. 28.

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Carta de José Ignacio C. publicada en el libro «Lo que mi voz leía - Cartas» - Compiladores Javier Naranjo Moreno y Orlanda Agudelo Mejía