Noche de Campo Literaria

La Soledad

Abril 21 de 2012

“Automat” (1927) por Edward Hopper

“Automat” (1927)
por Edward Hopper

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Noche de Campo Literaria
en El Café de Otraparte:
Literatura a manteles:
La Soledad

“Ognuno sta solo
sul cuor della Terra
trafitto da un raggio di sole:
ed è subito sera”.

“Cada uno está solo
sobre el corazón de la Tierra
atravesado por un rayo de sol:
y de pronto anochece”.

Salvatore Quasimodo

Hemos construido una casa en medio de la noche. Solos. Con nuestras propias manos. Una casa que se abre a la memoria, a las voces ocultas, a las percepciones, a lo invisible que va tomando forma, al deseo, al misterio, a las preguntas… Una casa donde todas estas presencias se habitan ellas mismas, se desalojan, y sobre su propio eje bailan, siguiendo su propia sombra avanzan…

Esta noche, compartamos un café, una copa, un pequeño diálogo con la Soledad, la de cada uno, la de todos…

Homenaje a ese estado del alma en el que somos verdaderamente nosotros…

Textos, audiciones y
segmentos cinematográficos

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Fernando González Ochoa (1895 - 1964)

“El Rector tiene que ser un maestro, hombre que haya pasado por el infierno y por las siete soledades”.

Fernando González

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Textos sobre la Soledad

Canción a una
dama en la sombra

Cuando la Taciturna llegue y decapite los tulipanes,
¿Quién saldrá ganando?
¿Quién saldrá perdiendo?
¿Quién se asomará a la ventana?
¿Quién pronunciará primero su nombre?

Alguien que es portador de mis cabellos.
Los lleva como se lleva a los muertos en las manos.
Los lleva como llevó el cielo mis cabellos aquel año en que amé.
Los lleva así por vanidad.

Ese saldrá ganando.
No saldrá perdiendo.
No se asomará a la ventana.
No pronunciará su nombre.

Es alguien que está en posesión de mis ojos.
Los tiene desde que se cierran los portones.
Los lleva en los dedos, como anillos.
Los lleva como añicos de fruición y zafiro:
era ya mi hermano en otoño;
y ya cuenta los días y las noches.

Ese saldrá ganando.
No saldrá perdiendo.
No se asomará a la ventana.
Pronunciará su nombre el último.

Es alguien que tiene lo que dije.
Lo lleva bajo el brazo, como un bulto.
Lo lleva como el reloj su peor hora.
Lo lleva de umbral en umbral, mas no lo arroja.

Ese no saldrá ganando.
Saldrá perdiendo.
Se asomará a la ventana.
Pronunciará su nombre el primero.

Será decapitado con los tulipanes.

Paul Celan

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Fidelidad

Por las calles de la ciudad va mi amor. Poco importa hacia dónde en el tiempo dividido. Ya no es mi amor, todos pueden hablarle. Ella no recuerda ya; ¿quién en verdad la amó?

Busca su igual en el ruego de las miradas. El espacio que recorre es mi fidelidad. Dibuja la esperanza y suavemente la despide. Es decisiva sin que tenga que ver en ello.

Yo vivo en su profundidad como un despojo feliz. Sin que lo sepa, mi soledad es su tesoro. En el gran meridiano donde se inscribe su vuelo, mi libertad lo excava.

Por las calles de la ciudad va mi amor. Poco importa hacia dónde en el tiempo dividido. Ya no es mi amor, todos pueden hablarle. Ella no recuerda ya: ¿quién en verdad la amó y la ilumina desde lejos para que no se caiga?

René Char

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El hombre inteligente busca una vida tranquila, modesta, defendida de infortunios; y si es un espíritu muy superior, escogerá la soledad. La soledad es el patrimonio de todas las almas extraordinarias. Nadie puede salir de su individualidad. La soledad ofrece al hombre colocado a gran altura intelectual una doble ventaja: estar consigo mismo y no estar con los demás.

Arthur Schopenhauer

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Todos los hombres, en algún momento de sus vidas, se sienten solos. Y lo están. Vivir es separarse de lo que fuimos para acercarnos a lo que seremos en el futuro. La soledad es el hecho más profundo de la condición humana.

Octavio Paz

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Cuando estés de noche en tu alcoba, aun cuando tengas las puertas y las ventanas cerradas y apagada la luz, no digas que estás solo: nunca se está solo.

Epicteto

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Todo lo que vive, no vive solo, ni para sí mismo.

William Blake

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La soledad no es tan triste. Ser es también no haber sido.

Jorge Guillén

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Y si no pudiera alejarme de mí, no podría acercarme a nadie, a nada. Ni a mí.

Antonio Porchia