Conferencia

De Villoldo a Piazzolla

Los diferentes estilos

Lectura de poesía

Junio 25 de 2011

Villoldo y Piazzolla

Villoldo y Piazzolla

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Ricardo Ostuni (Buenos Aires, 1937). Escritor, poeta, investigador, compositor, periodista, ensayista. Miembro Titular de la Academia Porteña del Lunfardo y de la Academia de Historia de Buenos Aires. Entre otros libros, ha publicado “Repatriación de Gardel”, “Viaje al corazón del tango”, “Borges y el tango”, “La inmigración italiana y su influencia en el tango”, así como los poemarios “Pájaros que mueren en la primera luna”, “Identidad y otros poemas de la tristeza”, “Punto y revoleada” (lunfardesco), “Poemas de la media gamba” (lunfardesco), “Manchas de tiempo”, “El tango en Granada” y “Las esquinas de la noche” (mención de honor del Fondo Nacional de las Artes), entre otros. Ha recibido por su labor múltiples reconocimientos nacionales e internacionales, entre los que se cuentan la Orden al Mérito en grado de Grande Ufficiale del Gobierno de Italia (2001), la Distinción Honorífica al mérito cultural de SM el Rey de España Juan Carlos I (2001) y la Medalla de Plata de la Academia Porteña del Lunfardo por su labor poética (2006). Colabora en distintos medios nacionales y extranjeros y sus trabajos han sido incluidos en diversas antologías.

Conferencia y lectura de poesía

Baireshistoria.blogspot.com

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En el contexto de:

V Festival Internacional de Tango Medellín 2011

V Festival Internacional
de Tango Medellín 2011

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Ostuni asumió la responsabilidad de incursionar en un tema que en Buenos Aires causa cierto escozor en algunos sectores, como lo es la real imagen de Gardel, y para ello le ha resultado insoslayable arremeter contra el total de discordancias, incoherencias y contradicciones de la “historia oficial de Gardel”, donde se dan la mano verdaderos contrasentidos.

Ostuni actúa con honestidad intelectual y la valentía de quien sabe que su actitud le puede valer reproches, como le ocurre a todo aquel que descubre una verdad largamente ocultada por un cúmulo de intereses de distinto tipo. Por ello afirma: “Nada hubiera sido posible sin abandonar el ritual que rodea a Gardel. Muchas de las conclusiones a las que íntimamente hubiera deseada arribar, se diluyeron frente a hechos, indicios y presunciones de insoslayable gravitación. Mas sin desencanto. Todo en la vida de Gardel apunta hacia su destino de gloria, solo que a veces, los senderos de ese tránsito no coinciden con los caminos trazados por su biografía convencional”.

Luciano Londoño López

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Ricardo Ostuni

Ricardo Ostuni

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Los diferentes
estilos del tango:

De Villoldo a Piazzolla

Fragmento

Por Ricardo Ostuni

Recorrer el tango desde Villoldo hasta Piazzolla equivale a recorrer su misma historia. Don Ángel Gregorio Villoldo fue bautizado como “el papá del tango” no porque fuera el fundador, sino porque compuso tangos fundacionales como El Choclo o El Esquinazo, que mucho contribuyeron a su universalidad.

Don Ángel Gregorio Villoldo era un típico porteño, frecuentador de cafetines del barrio de La Boca, de los Corrales Viejos, de San Telmo, y la de las Carpas de la Recoleta. Era payador y guitarrero, además de cuarteador y linotipista, y sus primeras composiciones tenían letras o letrillas prostibularias que ventilaban cierto aire de cuplés. En esos días el tango estaba refugiado en la clandestinidad de los burdeles.

Astor Pantaleón Piazzolla, a diferencia de Villoldo, reinventó el tango, pasó del cuestionamiento a la consagración, creó una nueva relación de identidad entre su música y el espacio urbano que también se hizo universal. Alguna vez la definió así: Mi música es una música de cámara popular que viene del tango.

Pero no nos apresuremos; entre Villoldo y Piazzolla hay más de medio siglo de cronología tanguera, aún cuando no existe certeza documental alguna sobre la verdadera fecha de nacimiento del tango.

Fuente:

Comunicación personal.

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Fundación mítica
del tango

El tango, esa diablura de Dios.

Eugenio Mandrini

Por Ricardo Ostuni

El suburbio era pampa.
Desmontaban los últimos guerreros
sin haber desarmado su coraje.

En una polvareda de recuerdos
la patria era un galope
tendido a sangre y fuego,
alguna toldería, una milonga,
también un sentimiento,
añoranza de nombres y de fechas,
lejanos desencuentros.

La ciudad de tres puntos cardinales
apenas era un sueño
insinuando el perfil de sus orillas:
campo, agua, barro, cielo.

La soledad teñía el horizonte
de brumas y silencios.

Algo quebró esa paz,
acaso el naipe valentón de un quiero,
quizás un contrapunto
o simplemente un gesto.
Y fue ese instante trágico,
decisivo, concreto.

Los dos hombres frente a sus destinos
—nada más que la pampa y el lucero—
eran, definitivamente, el hombre
jugando el drama eterno
de la vida y la muerte
bajo la comba de la noche en celo.

En sus manos ardían las pasiones
con insondable terquedad de acero.

Un paso hacia adelante,
un giro, un retroceso,
un ondular de piernas que se animan,
un detenerse en seco.

La vida discurriendo por un filo
y la muerte en acecho.

Una danza ritual nació esa noche
del infinito duelo
del hombre y su destino
dolor, angustia, rebeldía, ensueño.

Alguien la llamó tango,
no se sabe por qué, ni en qué momento.

Acaso fuera Dios quien lo dispuso
en esta latitud, y en aquel tiempo.

Fuente:

Comunicación personal. Primer Premio en el Concurso Poético “El Tango”, organizado por la Municipalidad del Departamento de San Rafael, Mendoza, 1994.