Presentación

Sentires en mí menor

—9 de febrero de 2018—

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Francisco Pinzón Bedoya nació en Líbano, Tolima, pero creció en Santa Marta, donde se hizo al lado del mar y de todas las costumbres caribes. Años más tarde estudió ingeniería en Bucaramanga. Escribe poemas —«de vocaciones tardías»— y ha publicado «Encuentro» y «Sentires en mí menor». Sus textos han aparecido en otros medios impresos y digitales en España, México y Venezuela, y también los difunde por medio de su blog «Poesía, letras y algo más».

Presentación del autor y su obra
por el poeta Pedro Arturo Estrada.

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Grupo de Poesía Grainart - Semillas para el arte

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En este y todos los textos que componen Sentires en mí menor se advierte una voz verdadera buscándose, afirmándose, deseando articularse con urgencia; una voz poética tal vez ajena a las tendencias de moda, al manejo aprendido de ciertos ismos y artificios, pero decididamente próxima a la experiencia profunda de la poesía cuando ésta procede de la necesidad real, como decía Rilke, cuando como en el caso de este libro, todo se precipita y configura alrededor del deseo de decir, de expresar aquello que nos obsede y nos desborda…

No diré que en Francisco Pinzón Bedoya tenemos a un poeta interesado en innovar o experimentar formalismos inesperados. Por el contrario, podría decirse que, en él, el lenguaje se adscribe sin problemas a una tradición, a unos modos, a unos registros reconocidos y reconocibles por un lector versado. No hay cortes abruptos en la sintaxis poética que puedan matricularlo en escuelas neo vanguardistas, ni retorcimientos exóticos, aunque por momentos no teme utilizar giros y palabras que se salen de la norma lingüística establecida, lo cual le da un toque personal a sus versos.

Pedro Arturo Estrada

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Francisco Pinzón Bedoya

Francisco Pinzón Bedoya

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Me sabe…

A este tiempo matutino
tu imagen volátil
salta desde el horizonte
y se hace canción
y estela elocuente
Tus manos son nubes
que se arraciman
sobre el borde del verde y saludan

Tus bocas esperan
el beso que se dé
al filo del delirio del sol
mientras cantan
sus voces de arrullo

Tu piel de hojaldre
en miles de tonos
aparece detrás
de la primera sombra
Y así…
mirando por la ventana
el día me sabe a ti

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Trasiego (nonatos)

Pasan sin dueño los deseos
en un tiempo en que la desnudez
se refleja mansa en el espejo
de la noche que empieza

Algún desamparo emerge
se aposenta / toma / apoca
desangra la alegría…
y hay una impasible
carcajada que se burla
y pone en peligro la cordura

Hay un escape al hastío
y hasta ese quejido de oboes
ameniza la imagen
cuando algunos poemas
se entristecen…
de no haber nacido

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Imaginándote

Redonda como una fruta madura
a punto de entregar tu dulce
a mi boca que te busca
Sola a veces veo
cómo llenas tus noches
de caricias que no llegan

En tu vientre florecen unos besos que sueño míos
que te llenarán de mariposas y espasmos
con todo eso que sientes dentro

Allí me estaciono y te miro venir
y quedarte en mi piel
con estaciones y tomas de trópico candente
Tal vez imagino cómo acercas a mí tu boca roja
y me besas esta alegría que me gana

Quiero que me imagines también
tal vez me sientas
y en ese conjuro… volvernos una verdad

Fuente:

Pinzón Bedoya, Francisco. Sentires en mí menor. Ediciones Grainart, Medellín, 2017.