Con su Música a Otraparte

Luis A. Calvo

24 de septiembre de 2010

Luis Antonio Calvo (1884 - 1945) | Foto por Augusto Schimmer (1930)

Luis A. Calvo (1930)
Foto por Augusto Schimmer

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Canciones de Luis A. Calvo
en discos de 78 r.p.m.

El Café de Otraparte
Entrada Libre

Coordina:
Hugo Álvarez Restrepo

Grande, inmensamente grande es el Maestro Luis Antonio Calvo en el panorama de la música. La herencia musical de Calvo, nacido en la población de Gámbita en 1884, es notable como pocas, tanto en cantidad como, especialmente, en calidad.

Bastaría un solo Intermezzo para inmortalizarlo, pero fueron varios, y entre ellos el número 2, conocido como “Lejano azul”, el cual recorrió y seguirá recorriendo eternamente a Colombia y al mundo entero.

De familia muy pobre, huérfano de un padre que fue excelente músico, a temprana edad se trasladó con su madre a Tunja, y luego a Bogotá en 1905, buscando incansablemente no sólo unos pesos para subsistir sino dónde volcar su espíritu musical y perfeccionarse en las diferentes áreas de la creación artística. Sus estudios de violín y piano los inició con el Maestro Tomás Posada.

De platillero, cuando pequeño, pasó a tocar el bombo, luego la bombardina y finalmente logró ingresar a la Academia de Música. Fue “Libia” su primera composición, la cual, no obstante ser la inicial (la segunda, afirman algunos), es bellísima obra que le abrió las puertas de su perfeccionamiento. Fue el Maestro Guillermo Uribe Holguín quien lo acogió para la enseñanza del violonchelo.

Cuando ya se había despejado su horizonte, le fue diagnosticado el mal de Hansen (lepra), y en 1916 se trasladó al lazareto de Agua de Dios, en donde transcurrió su vida en medio del cariño de todos y entregado en cuerpo y alma a la composición musical. Allí encontró a su compañera, con quien se casó en 1942.

Le sobrevino la muerte, debida a una enfermedad diferente a la lepra, en 1945.

Su obra comprende, además de los ya citados intermezzos, danzas, canciones, bambucos, pasillos, marchas, valses, pasodobles, tangos, gavotas, caprichos y gran cantidad de himnos, entre los cuales se encuentra el bellísimo de Sonsón, Antioquia.

Una cuidadosa selección de la obra del Maestro Calvo, en preciosos discos originales de 78 r.p.m., interpretados por los más destacados conjuntos y cantantes, serán los que obsequiaremos a los asistentes de El Café de Otraparte.

¡Acompáñenos!

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Hugo Álvarez Restrepo se inició en la poesía en Sonsón, Antioquia, su pueblo natal. Su vida ha girado en torno a la arquitectura (su profesión), la fotografía (ganador de varios premios nacionales), la música (como autor de varias canciones y coleccionista miembro de la Corporación Daniel Uribe), la madera (ex director de Cemade, Centro de la Madera), el ejército (oficial activo de la Reserva Especial y Cónsul en Medellín) y la poesía (su gran amor, en sus especialidades del soneto y la décima).

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Luis Antonio Calvo (1884 - 1945) | Portada de Mazurka N° 4

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Luis A. Calvo

(1884 – 1945)

Hijo de Félix Serrano y Marcelina Calvo, desde niño mostró un enorme interés por la música. Cuando aún era muy joven, su familia fue abandonada por su padre. Cuando tenía 9 años, la pequeña familia, compuesta por Luis Antonio, su madre y su hermana Florinda, se trasladó a Tunja buscando un mejor porvenir. En Tunja, Calvo se convirtió en mensajero de la tienda de Pedro León Gómez, un hombre que practicaba el violín e inició al futuro gran músico en el uso de este instrumento. Sintiendo que su vocación lo llamaba con una intensidad cada vez más fuerte, Calvo inició estudios de violín y piano con el maestro Tomás Posada.

Ingresó a la Banda Departamental de Boyacá como platillero, y tiempo después fue el encargado del bombo, posición en la que duró poco más de cuatro años, hasta que el gobernador del departamento le concedió el nombramiento para ejecutar el bombardino; durante este tiempo, Calvo continuaba con sus estudios de violín. En esta época compuso su primera obra, “Libia”, cuya belleza armónica la convierte también una de sus mejores composiciones.

Para buscar una mejor situación económica, su familia se trasladó a Bogotá, llegando a la capital el 11 de mayo de 1905. En ese mismo año se presentó al ejército, ingresando a la banda como tercer pistón. Su sueldo, por ser un músico de tercera clase, era de 50 pesos, que muy pronto se convertirían en tan sólo 25 debido a un decreto del gobierno que además lo rebajó un grado. Esto agravó la situación de su familia, que vivía en un cuarto arrendado en muy malas condiciones.

Calvo intentó obtener una beca para estudiar en la Academia de Música que el gobierno otorgaba a todo integrante de una banda musical, pero no logró conseguirla debido a que no tenía las recomendaciones necesarias. Se dedicó entonces a la composición e instrumentación de piezas musicales para la banda; hizo la instrumentación de su obra “Libia”, y de esta forma pudo tocarla con la banda. Dos años después, un nuevo decreto gubernamental le restituyó su grado militar y su antiguo sueldo, a la vez que era ascendido gracias a su habilidad musical. Calvo fue, además, finalmente invitado a pertenecer a la academia de música, con lo cual pudo completar su educación musical adecuadamente. Allí pudo conocer al maestro Guillermo Uribe Holguín, quien lo instruyó en la interpretación del violonchelo.

El 14 de octubre de 1916 Luis Antonio Calvo descubrió, por medio de la atención médica del doctor Carlos Tirado Macías, que padecía la enfermedad de Hansen, la lepra, por lo que debió ser internado en el lazareto de Agua de Dios, donde más adelante compondría la mayor parte de sus obras. Se le hizo un homenaje en el Teatro Colón como despedida, y el 12 de mayo de 1916 fue recluido en Agua de Dios, donde los padres salesianos, directores del lazareto, le proporcionaron toda clase de comodidades a Calvo y su familia. Poco tiempo después de su reclusión le fue obsequiado un piano por parte de la ciudadanía bogotana. Debido a eso, Calvo se dedicó casi por completo a este instrumento.

El 18 de octubre de 1942 contrajo matrimonio con doña Ana Rodríguez, quien vivía en el lazareto acompañando a una hermana suya que padecía la enfermedad.

Luis Antonio Calvo falleció el 22 de abril de 1945 a las 3 de la tarde en el Sanatorio de Agua de Dios, a causa de un ataque de uremia. Diversas fuentes señalan que posiblemente su lepra estaba curada desde tiempo antes del momento de su fallecimiento; es imposible, sin embargo, confirmar o refutar estas teorías debido a que el historial clínico del músico fue destruido, junto a varias de sus obras.

Fuente:

Es.wikipedia.org

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Luis Antonio Calvo (1884 - 1945)

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El genio romántico de Calvo radica en la facilidad con que produce una melodía tras otra en los contextos rítmicos más disímiles. Cada obra es un poema musical secretamente personalizado. Las piezas para piano de Calvo no son descriptivas, sino evocadoras. No hablan de eventos, sino de sentimientos, y de la manera más directa. La vida de Calvo no se divorcia fácilmente de su obra. Conoció la tragedia, el destierro y el desprecio social. El número total de composiciones de Calvo es de más de 160. Las piezas para piano son en su conjunto refinadas y elegantes; las danzas, delicadas; los pasillos, ingeniosos; los intemezzi, sugestivos, y los valses, encantadores. Obras pensadas para una sociedad idealizada, a la cual no le era permitido pertenecer. A ella dedicó su vida.

Ellie Anne Duque

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Escuchar “Arroyito
que murmuras”