Notas

I

Lo perfecto, «en sí», no existe, sólo existe con relación al hombre; así uno puede calificar de perfecta una obra, mientras que para otro, de superior inteligencia, no tendrá sino muy escaso mérito. No hay nada que choque tanto como ese empeño de algunos en hacer admirar ciertos libros porque a ellos les parecen sublimes. Existe una gradación inmensa en las inteligencias, y por consiguiente deben existir escritores que respondan a todas las necesidades. Los escritores malos son necesarios para hombres atrasados, de cultura rudimentaria. Sucede que cuando un pensador o artista se eleva demasiado, no es comprendido más que por algunas inteligencias excepcionales y privilegiadas que alcanzan más o menos la inteligencia del pensador o artista. Estos hombres nacieron en época anterior a la que les correspondía y vivieron en un medio que no era el suyo, y lucharon hasta morir en el aislamiento. Talvez por eso dijo Hegel: «No hay más que un hombre que me haya comprendido»; y creyendo eso exagerado corrigió: «y ni aun éste me ha comprendido». El genio que es sabio como lo fue Spinoza aprende a esperar y guarda su dolor… Y si consideramos el artista cómico, que es superior a su público, y no es comprendido, ¿no resulta trágico y risible? Las inteligencias mediocres se encuentran mejor en el mundo, pues para ellas la vida es más liviana.

Fernando González

Fuente:

Periódico La Organización, n.º 743, Medellín, 22 de diciembre de 1911. Ver facsímil en Boletín n.º 105 – 100 años de la primera publicación de Fernando González.