Benjamín Correa

Benjamín Correa,
compañero de viaje

Viajamos de noche, tristes, atormentados ante la idea de la muerte. Teníamos miedo. ¿Por qué tiene miedo don Benjamín? Para averiguarlo buscamos la oscuridad, reminiscencia de la penumbra en que estaba el confesionario del padre Cerón. En la oscuridad se examina mejor el alma. Nos miramos por dentro y vimos allí confusos sueños, formas de amor, ansias de riqueza y miedo a la muerte. La tierra está cubierta con la obra del hombre: cultivada casi toda como un jardín […]. ¡La cáscara terrestre está labrada por el hombre! Nos miramos por dentro en el camino solitario y oscuro y pensamos que esta labor sólo es humana, pues ningún animal hace otro trabajo que el momentáneo ordenado por su instinto. ¿Qué vimos en nuestras almas? Que son tres los motivos de esta inmensa obra; que en nosotros hay hambre, amor y miedo. Todos sus trabajos los ha ejecutado el hombre debido a estas tres causas; todo su desenvolvimiento es motivado por ellas.

Fernando González