Fernando González, Benjamín Correa y familia.

Álvaro o Ramiro, Pilar, doña Margarita,
Fernando González y Benjamín Correa

Eran las siete cuando comenzamos a trepar con nuestros morrales hacia la montaña oriental del valle de los indios sedentarios del Medellín, por una carretera de un kilómetro que se continúa en una pendiente pedregosa; el kilómetro de carretera se hizo para que tres caciques fueran a sus quintas a digerir rezos y hurtos.

Fernando González