Carta de Valéry Larbaud

París, 20 – XI – 1930

Mi querido colega:

He leído el primer volumen de “Mi Bolívar” con tanto, —y quizá más—, placer e interés que su “Viaje a pie”.

Tiene usted el arte de mantener el pensamiento del lector en un estado constante de alerta y de curiosidad. Hay en sus obras un gran vigor, y mucha claridad, y una fuerza benéfica.

Estando bajo la impresión de “Viaje a pie”, releído de corrido fragmentariamente en la excelente traducción de Francis de Miomandre, he tomado a “Mi Bolívar”, por buscar allí entretenimiento y consuelo en la circunstancia más dolorosa de mi vida, y ese fue el primer libro que pude leer, hace ya diez días, un mes después de la muerte de mi madre. Y he encontrado allí el consuelo que buscaba. Por ello, mi querido colega y amigo, reciba mi particular agradecimiento.

Conozco muy superficialmente la literatura colombiana, y en general la de los países bolivarianos, para pronunciarme con certeza; pero, en fin, sus libros son los primeros, venidos aquí de esos países, donde encuentro a la vez un pensamiento original y sólido, y una prosa de alta calidad. Pensamiento original y sólido, porque ante todo es humano, y sobrepasa con mucho las fronteras, por otra parte muy extendidas, del Ecuador, Colombia y Venezuela. Usted parece no pensar en Europa; pero hay algo para Europa en lo que usted escribe.

Amigo: puede estar cierto que ya hay algunos en París para quienes el nombre de Medellín, gracias a usted, es algo más que una expresión geográfica.

Espero con mucha impaciencia y simpatía el segundo volumen de “Mi Bolívar”.

Su obediente,

Valéry Larbaud

Fuente:

El Colombiano, 12 de febrero de 1931, sección Ecos y Comentarios, página 3. / Archivo Alfonso González Ochoa. Cortesía de Luisa Fernanda Herrera. Traducción por Alberto Restrepo González.