Presentación

Palabras de Luz

—6 de mayo de 2021—

Portada del libro «Palabras de Luz» de Luz Elena Salas

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Ver grabación del evento:

YouTube.com/CasaMuseoOtraparte

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«Mi nombre es Luz Elena Salas. Soy del municipio de Peque, Antioquia. Nací en 1963 y llegué a Medellín a la edad de 11 años. Comencé a escribir en 2017, a raíz de la desaparición y muerte de mi hijo Damián David. Me integré a la Mesa Interbarrial de Desconectados y luego a Mujeres Caminando por la Verdad. En esta organización nuestro objetivo es encontrar a los desaparecidos de la violencia sufrida por la población, enterrados en La Escombrera y en otros lugares. En la Mesa Interbarrial de Desconectados nos dedicamos a luchar contra la desconexión de los servicios públicos domiciliarios, ya que existen barrios de algunas comunas que no tienen agua potable. Escribo sobre cómo me siento frente a los diferentes hechos victimizantes que me han sucedido».

La edición del presente libro —también existe un documental— ha sido posible gracias a la financiación del proyecto «Mujeres como agentes del cambio en el contexto del posconflicto colombiano», desarrollado por los profesores-investigadores Pablo Calvo de Castro y Alejandro Alzate Giraldo de la Universidad de Medellín en colaboración con la Universidad de Oregón (Estados Unidos). Este proyecto se desarrolla en el marco de la convocatoria «Nexo Global en Industrias Creativas y Culturales» del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, financiada por el Fondo de Innovación 100.000 Strong in the Americas, formado por la alianza entre Colciencias y Partners for the Americas, el Departamento de Estado de los Estados Unidos y la Asociación Internacional de Educadores – NAFSA.

Conversación de Luz Elena Salas con el investigador Pablo Calvo de Castro, doctor en Estudios Interdisciplinares de Género y Políticas de Igualdad de la Universidad de Salamanca, y Luis Fernando Álvarez, «El Aka», licenciado en Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia y magíster en Estudios Urbanos y Ambientales de la Universidad Eafit.

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Universidad de Medellín

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Entre las muchas virtudes de Luz Elena Salas está su tremenda capacidad para evocar lugares, experiencias y momentos de su vida. Esa evocación es algo que el lector de sus poemas puede disfrutar en cada texto, paladear casi en cada línea.

Habitante de la Comuna 13 de Medellín, como ella dice, casi toda la vida, su historia es una narración del dolor provocado por la violencia del conflicto colombiano, pero sobre todo es un relato contra la injusticia, la impunidad y la falta de respeto y reconocimiento a las víctimas de ese conflicto, que se cuentan, en el momento de escribir estas líneas, por más de nueve millones de personas.

El lector encontrará 50 poemas que son una parte importante de la obra literaria que Luz Elena comenzó como una terapia de su proceso de sanación tras la muerte de su hijo Damián David Rojas Salas, asesinado el 16 de enero de 2007.

Los Editores

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Mujeres Caminando por la Verdad

Mesa Interbarrial de Desconectados

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Tres poemas de
Luz Elena Salas

Mi espíritu

Mi espíritu deambula por varios lugares,
no sé dónde quedó mi cuerpo
y comienzo a recordar cuando era niño
y corría por mis escaleras y callejones
y jugaba con el barro
y recuerdo la cara de mi madre
enojada porque había
embarrado mis zapatos;
vienen recuerdos a mi mente
de cuando nací en aquel rancho humilde cubierto de periódicos y revistas
para que el frío no helara mis huesos
recuerdo subir por la torre,
bajar por la sexta de donde me devolvieron porque se había convertido en frontera invisible
recuerdo también mi colegio 20 de julio
donde quedó grabada mi voz
cuando cantaba el himno a mi colegio,
mi amado colegio,
mi parche preferido.
Recuerdo también subir por mis escalas
y mirar desde abajo y ver mi casa
y mi familia esperándome con ansiedad
y escucho el traqueteo de las balas rozando mi cabeza
pero pensando que las oraciones de mi madre
no permitirían que ninguna bala entrara en mi cuerpo
y ahora solo retumba en mis oídos el llanto desgarrador de mi madre
y la madre de mis vecinos gritando, “dónde estás, hijo mío,
por qué te asesinaron”
y yo me hago la misma pregunta,
por qué me asesinaste si eras mi amigo,
si compartíamos las mismas ilusiones
y hasta la misma miseria
y yo me pregunto por qué las oraciones de mi madre
no me protegieron
para que tú no me asesinaras.
Y también en mi espíritu me pregunto,
dónde quedó mi cuerpo
incrustado en la pared cuando a ti se te metió en tu mente
un espíritu perverso
y me pusiste un petardo
para que mi cuerpo volara en mil pedazos.
O tampoco sé si quedó enterrado
en el patio trasero de tu casa
o perdido en la quebrada de Antonio Nariño
o en la laguna de la escombrera
o detrás de aquel árbol
para que cuando sople el viento,
mi espíritu pueda transportarse hasta mi madre
y besar suavemente su frente,
o quedó en el río
y las burbujas me permitan escribir mil veces tu nombre
o quedó en el aire
y voló hasta las estrellas y poder mirarte desde arriba
y enviarte gotas de lluvia y acariciar tu cara,
o quedó enterrado en aquel bello jardín sembrado de rosas
y poder enviarte olor fragante y perfumar tu vida,
o quedó enterrado en la arena y así poder escribir con mis
dedos que te amo
y hasta el último aliento de vida estuviste en mi pensamiento,
mi espíritu perdido.

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Si regresaras

Si ahora regresaras de la muerte,
regresarías con tu cuerpo ya inmortal,
con tu juventud intacta
la edad intacta de tus veinte años
yo te veo en mis sueños no con la edad que tenías cuando partiste,
te veo cuando eras un niño.
Me pregunto si tuvieras el poder de regresar, si tú me reconocerías;
hay tantas cosas aquí que han cambiado,
la tecnología nos ha invadido,
ya no nos miramos a los ojos
el contacto humano se ha perdido.
No sé si a ti también te perdería nuevamente,
o quizá ignorarías todo esto
y aprovecharías cada segundo para estar conmigo;
no sé si me preguntarías quién soy,
no sé si preguntarías por qué las ojeras y las arrugas en mi rostro, no sé si te respondería que mis ojos perdieron el brillo de la juventud de tanto llorar por ti,
no sé si también preguntarías el porqué de mis canas y mi cabello corto,
cuando a ti te gustaba mi cabello
largo para juguetear,
el porqué de mi cuerpo encorvado y que amenaza con quedarse rígido,
el porqué de mi soledad, cuando tu prometiste no dejarme sola nunca
el porqué de mi molestia por el ruido, la algarabía
quizá te responda que aborrecí porque lastimaba mis recuerdos
el porqué de mi desgano por vivir, cuando la muerte es indolente conmigo;
si ahora regresaras me darías ese abrazo que tanto extraño.

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Libertad

Es un canto de libertad que de paz mi alma llena,
libertad cuán hermosa eres,
hoy después de algún tiempo
me siento libre y puedo describir qué es libertad.
Libertad es escuchar el sonido del agua
como música suave y dulce,
libertad es poder oler tu perfume en la mañana,
libertad es sentir el agua fresca cayendo en mi cuerpo y rostro,
libertad es poder mirar desde arriba de la montaña los árboles en todo su verdor,
libertad es escuchar el canto de los pájaros
y poder disfrutar de la variedad de colores,
libertad es el olor a tierra recién mojada con gotas de rocío y olor a boñiga,
libertad es sentir el viento frío y misterioso de la noche,
qué bien hueles libertad.
Sabes libertad, te amo, soy feliz,
porque te siento recorriendo mi cuerpo desde la planta de mis pies
y subiendo hasta mi cabeza.
Libertad es una mano amiga con olor a campo,
una sonrisa dulce tierna y sincera,
libertad es sentir el olor a perfume de los nardos
y claveles que sube hasta mi nariz,
libertad es ver que tú mi hermosa planta
producto de mi regalo de cumpleaños,
comienzas como yo a reverdecer.

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