Simona, la ceiba
consentida de Envigado

Por Jaime Horacio Arango Duque

Con apenas dos semanas en su nueva casa, Simona ya es la nueva atracción del parque de Envigado.

A sus 14 años, sus tres metros de altura y su tallo desnudo de hojas, esta ceiba llegó a ocupar el lugar que por más de 100 años habitó otro árbol de su especie.

La nueva ceiba, heredera de los centenarios y monumentales árboles envigadeños, creció bajo custodia divina, en pleno techo de la iglesia Santa Gertrudis.

«Se especula que hasta el tejado llegó la semilla de la ceiba, gracias al viento o las palomas», afirma Sergio Restrepo, el responsable hace 14 años de bajar de las alturas la entonces naciente ceiba y llevarla a un matero.

Simona, que en ese entonces no tenía nombre, permaneció sembrada en una de las macetas que adornaban el centro cultural Stultifera Navis (La nave de los locos), en el barrio Mesa, de Envigado.

Una vez la nave partió de su sede y desapareció de la agenda cultural de los envigadeños, la pequeña ceiba fue trasladada hasta uno de los terrenos adyacentes a la Casa Museo Otraparte, donde comenzó a crecer y a tomar la forma de una verdadera ceiba.

Cuenta Restrepo que el árbol fue sembrado, en los terrenos donde en el futuro quedará el Parque Cultural Otraparte, en presencia de Simón González, el mismo hijo de Fernando González y legendario gobernante de la isla de San Andrés.

En ese improvisado acto, Lucas, el nieto del filósofo de Otraparte, pidió un nombre para la ceiba niña. «El jardinero que la estaba plantando, Samuel, dijo que la ceiba ya tenía nombre. Se le acercó y le preguntó al árbol cómo se llamaba y luego nos respondió: Simona», recuerda Restrepo, desde Otraparte.

Remplazo

La ceiba niña, como otros en el parque de Envigado llaman a Simona, ocupa desde el pasado 30 de junio el sitio donde en los últimos años permaneció el árbol que el maestro Rodrigo Monsalve talló con las figuras de los intelectuales más representativos de Envigado.

Esa monumental ceiba debió ser talada debido al peligro que representaba, por su estado de deterioro y putrefacción.

Ante el vacío que dejó el corte de la ceiba-escultura del maestro Monsalve, desde Otraparte, entre Gustavo y Sergio Restrepo, surgió la idea de que fuera Simona la que ocupara el espacio en blanco del parque de Envigado.

Igual, la ceiba niña debía volver a ser traslada de lugar, porque el sitio que ocupaba en la casa del maestro Fernando González servirá en el futuro como vía para el Metroplús.

Muchos de los habituales visitantes del parque envigadeño, a lo mejor no alcancen a ver a Simona en su verdadera dimensión de ceiba (por lo menos en 15 o 20 años), sin embargo, tal como hace el pensionado Adolfo Palacio la protegen, riegan y la miman, como lo que es: una niña.

Ayuda al lector

Los rostros serán recuperados

El Secretario de Obras Públicas de Envigado, Saúl Eduardo Cardona González, confirmó que los rostros que fueron talados de la vieja ceiba serán recuperados.

«Ya con el Alcalde y con el mismo maestro Rodrigo Monsalve determinaremos el lugar en el que serán ubicados», anotó el Secretario, para quien el mismo maestro Monsalve es la persona más indicada para la restauración.

Fuente:

El Colombiano, sección «Vida y Cultura», página 4D, 11 de julio de 2006.