Cartas a Simón
y otras cartas

Por Ernesto Ochoa Moreno

Una de las novedades de la pasada Fiesta del Libro y la Cultura fue la nueva edición aumentada de Cartas a Simón, de Fernando González. El volumen hace parte de la Biblioteca Fernando González, que adelantan la Editorial Eafit y la Corporación Otraparte.

La primera edición de este bello epistolario apareció hace veinte años en la Editorial de la Universidad Pontificia Bolivariana. Recogía 39 cartas, a las que se agregan ahora otras 20 inéditas para un total de 59, escritas y recibidas entre 1950 y 1959 durante tres etapas diferentes de la vida de Simón González Restrepo, de tan grata recordación entre nosotros.

El destino de las cartas fueron Estados Unidos, Barranquilla y Cali, tres lugares y tres puertos en el recorrido de “brujería” del menor de los hijos del filósofo de Otraparte. Tras su periplo vital en San Andrés y Providencia, Simón vino a morir aquí, en Medellín, en una agonía invadida por los aromas cercanos de Otraparte y por el lejano viento de mar del Archipiélago, con la barracuda de ojos verdes y lágrimas azules al fondo.

El volumen que comento y que se abre en las palmas de las manos como un ave a punto de volar, está hecho con amor, con respeto. Con delectación. Y así hay que leerlo, amén de la innegable sorpresa que se siente al descubrir la faceta de papá del solitario de Otraparte. Los mismos hipocorísticos con que se refiere al hijo ausente, como Moncho, Monchín, Monchito, el diminutivo de Simoncito, el apelativo de Don Simón o Don Saimon, dejan entrever una relación franca y tierna entre padre e hijo.

Pero no es mi intención analizar aquí el texto. Una lectura personal, lenta y saboreada, será mejor que cualquier resumen o juicio crítico. Recomiendo sí no pasar de largo, al final del libro, el excelente posfacio escrito por Felipe Restrepo David. Puede antojar más a la lectura si se lee al principio, aunque no sea una introducción ni un prefacio.

Voy a tener que dejar por hoy lo de las otras cartas anunciadas en el título. Me refiero a los epistolarios de Gonzalo Arango que rescató el Fondo Editorial de Eafit, Cartas a Aguirre (2006) y Cartas a Julieta (2015), a los que como lector, alguna relación encontré con Fernando González. De esto, más un ahondamiento en la figura de Simón González, hablaremos en otras ocasiones.

Fuente:

Ochoa Moreno, Ernesto. “Cartas a Simón y otras cartas”. El Colombiano, sábado 2 de diciembre de 2017, columna de opinión Bajo las ceibas.