Tomás González y sus
recuerdos de Otraparte

Tomás González visita la Casa Museo Otraparte para hablar de su más reciente novela, escrita en Bahía Solano, Chocó.

Por Berta Lucía Gutiérrez

Su hablar es pausado, en tono bajo. Pero su escritura es contundente, profunda, llena de sensibilidad. Es Tomás González, el sobrino de Fernando, ese envigadeño que puso a pensar a la sociedad antioqueña de principios del siglo xx. Tomás llegó de visita a Otraparte, la casa de su tío, ahora convertida en Museo, para grabar uno de los programas de la serie Capítulo Aparte, de Teleantioquia. Recorrió tranquilo los corredores y los salones, como quien vuelve a su casa. «Todo está igual», dijo. «En este corredor, los primos jugábamos bolas, mientras veíamos al tío recorrer el jardín, en su andar hermoso, como alucinado, poniéndose la mano en la oreja para tratar de oír el canto de los pájaros».

Tomás tenía 12 años cuando murió Fernando González. «Éramos unos niños revoloteando por ahí. No entendíamos mucho de la conversación del tío, pero, de alguna manera, sabíamos que sus palabras eran importantes». En su obra, tanto Fernando como la casa tienen un lugar. En la conversación para el programa Capítulo Aparte con la escritora María Isabel Abad, Tomás revela que el personaje de La luz difícil, por ejemplo, está inspirado en una historia relacionada con él: «Para esa novela tuve muy presente la historia de Fernando González; a él se le murió un hijo de leucemia, y estuvo en una crisis muy grande. Dejó de escribir tal vez diez años, o más». La casa de Otraparte es también protagonista de La historia de Horacio, según le contó: «En este territorio pasé la infancia, y de aquí sale todo. Vuelvo mucho a este lugar».

Tomás González, autor también de Primero estaba el mar, Las noches todas, Temporal, Niebla al mediodía, El Rey del Honka-Monka, se ha ganado un puesto sobresaliente en la literatura colombiana. En la conversación de Capítulo Aparte, Tomás habla de su último libro, El fin del Océano Pacífico, publicado por la Editorial Planeta. Una novela escrita en Bahía Solano, Chocó, y en la que Tomás se dejó contagiar de esa alegría exuberante de mar y selva: «El personaje de esta novela, el médico Ignacio, es con el que más he disfrutado», dice.

La escritura es su refugio: «Cuando termino un libro, casi siempre empieza un periodo de crisis fuerte, hasta que empieza a aparecer lo que voy a escribir después. Voy a buscarlo rápido, a ver si puedo tener donde vivir… Es que se vuelve como la casa». La casa de él y la de sus lectores, que se dejan envolver por los mundos fascinantes, por esas otras partes de la obra de Tomás González.

Fuente:

Gutiérrez Gómez, Berta Lucía. «Tomás González y sus recuerdos de Otraparte». Periódico Vivir en El Poblado, Medellín, jueves 5 de noviembre de 2020.