Vademécum para solitarios

Por Ernesto Ochoa Moreno

(El pasado jueves, en Otraparte, se hizo la presentación del libro Fernando González, filósofo de la autenticidad (séptima edición). Aquí apartes de mi intervención en el acto).

Utilizo, para referirme al libro de Javier Henao Hidrón, una expresión latina que, a mi juicio, se aplica perfectamente a su obra. Vademécum se forma con la segunda persona de imperativo del verbo latino «vádere», que significa ir, caminar, viajar, y el complemento «mecum»=conmigo. Vademécum es, pues, un ven conmigo, una invitación a viajar juntos por la vida y obra de Fernando González. La hace Henao Hidrón desde un conocimiento profundo y desmenuzado de nuestro filósofo, dada la cercanía del autor con el solitario de Otraparte, en vida y después de su muerte.

Según el diccionario, el vademécum es un «libro de poco volumen y de fácil manejo para consulta inmediata de nociones e informaciones fundamentales». Eso es Fernando González, filósofo de la autenticidad. Una obra que invita e incita al conocimiento del filósofo envigadeño; una guía para hacer el viaje a pie, en soledad, por sus obras y su pensamiento; un acompañamiento a la hora de adentrarse en su figura y en su trayectoria vital; una propedéutica de sus enseñanzas de maestro de escuela.

Propedéutica, sea dicho de paso, que significa según el diccionario «enseñanza preparatoria para el estudio de una disciplina», esconde entre los pliegues de su etimología el «paidos» griego de la palabra pedagogía, gran desvelo siempre del filósofo de la juventud.

La primera edición de libro de Henao Hidrón apareció en noviembre de 1988; ésta, la séptima, con fecha de diciembre del año pasado, ve la luz treinta años después. No es normal que un libro de esta naturaleza, que no es ficción ni toca exactamente temas de actualidad, pueda darse el lujo de siete ediciones. Esa es su mejor recomendación. Henao Hidrón afronta a Fernando González con devoción, con veneración —me atrevería a decir—, pero sin endiosamientos ni fanatismos, tan alejados del estilo de pensar de un autor iconoclasta y rebelde, que no crea discípulos sino solitarios. Colombia, Antioquia y Envigado todavía no perdonan sus «herejías», su desnudamiento del alma nacional, su irreductible aislamiento en esa «otraparte», que no es precisamente esta casa ni el centro cultural que será inaugurado aquí dentro de algunas semanas, sino el recinto de la propia autenticidad, de la propia rebeldía.

El libro se ha ido actualizando al ritmo de las sucesivas ediciones. Sin atiborramientos empalagosos, Henao Hidrón hace de su creación literaria una especie de bitácora de lo nuevo que ha ido surgiendo en torno a Fernando González. Y deja de ello registro en forma casi imperceptible. Ahí radica la actualidad de su obra, que se contagia de la inmarchitable juventud de que sigue haciendo gala el pensamiento y la figura del filósofo de Otraparte.

Fuente:

Ochoa Moreno, Ernesto. «Vademécum para solitarios». El Colombiano, sábado 16 de febrero de 2019, columna de opinión Bajo las ceibas.